El pívot de 23 años ha encontrado en New Orleans el lugar perfecto para recuperar la confianza en su juego
Número 3 del Draft en 2015, Jahlil Okafor no podía imaginar por entonces que se vería en verano de 2018 sin saber siquiera si tendría sitio en la NBA. Pero así fue. Tras una salida tortuosa de Philadelphia 76ers y un paso con muchas más sombras que luces por Brooklyn Nets, este proyecto de Duke respiró aliviado cuando New Orleans Pelicans levantó el teléfono para sumarlo a su plantilla.
Ya con el acuerdo cerrado, a Okafor le quedaba lo más complicado por delante: convencerse a sí mismo de que aún podía tener una carrera en la Liga. Y lo hizo. Aunque en los primeros meses (octubre y noviembre) contó muy poco para Alvin Gentry, poco a poco fue ganando protagonismo hasta ir firmando actuaciones más que notables. 25 puntos a Indiana, 23 a Sacramento, 30 a Golden State… Las cualidades que lo llevaron al top-3 del Draft seguían ahí.
«Estoy contento con la temporada en general. Espero mucho del próximo año. Mi situación es completamente diferente a la de 2018. Fui a cenar con mi padre y justo hablamos de lo diferente que es todo a cuando acabé la temporada en Brooklyn. Es una buena sensación que te hace apreciar los momentos difíciles que has pasado», comenta en declaraciones recogidas por Nola.com.
Okafor parece convencido de continuar en los Pelicans, algo que se vislumbra lógico dada la ventajosa opción que maneja la franquicia. Según el acuerdo firmado hace menos de doce meses, los de Luisiana pueden retener al pívot hasta 2020 a cambio de 1,7 millones de dólares. Parece un pago más que aceptable por seguir contando con sus servicios, y es que la campaña 2018-19 la concluyó con un promedio de 8,2 puntos y 4,7 rebotes en 15,8 minutos por noche.
(Fotografía de Jonathan Bachman/Getty Images)