En estos momentos los Houston Rockets son, por méritos propios, el peor equipo de la liga. Antes de derrotar a los Bulls en su último partido el equipo iba camino de batir récords personales de derrotas consecutivas, de las cuales acumulaban quince. El horrendo comienzo ha dado con las dudas en torno a la continuidad de Stephen Silas en el banquillo y solo observar el desarrollo de Jalen Green resultaba atractivo en un conjunto completamente a la deriva. Pero ya ni eso, pues el número dos del último draft sufre una lesión muscular en la zona del muslo que le tendrá fuera unos cuantos partidos.
Los Rockets no han especificado el tiempo de recuperación para la dolencia del jugador, al que examinarán en siete días para salir de dudas. Hasta ahora, la temporada de Green está siendo algo intermitente, dejando grandes destellos a pesar de sus tendencias erráticas y su poca destreza en apartados fuera de la anotación. En 18 partidos el novato promedia 14 puntos y 2,3 asistencias en 30 minutos de juego por noche, aunque sus porcentajes rozan la catástrofe.
En la próxima semana el equipo disputará cuatro partidos, que suponen la cifra mínima de encuentros en los que Green se ausentará.
(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)