Hay veces que esto ocurre en la NBA. Durante muchos minutos ves un partido y de pronto, sin que nadie te prepare para ello, llega un chico que parecía cabizbajo y revienta todo lo anterior, todo lo analizado, toda la lógica. Ese fue anoche Jamal Murray, autor del 2-0 para Denver ante los Lakers.
La estrella de los Nuggets se pasó gran parte de la noche sin gasolina. Le costaba salir de los bloqueos, sus tiros se quedaban cortos, perdía balones… pero todo eso quedó borrado de golpe con un último cuarto demencial de 23 puntos que puso patas arriba el pabellón. Los angelinos, quienes sonrieron durante tres cuartos, terminaron sucumbiendo ante la exhibición de un jugador que no ha sido elegido aún All-Star, pero que nada tiene que envidiar a ninguno de estos. «Lo que hizo fue especial. Básicamente ganó el partido para nosotros», explica Nikola Jokic tras el 108-103 a favor de los de Colorado.
En total fueron 37 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 4 robos para un Jamal Murray que rugió como antes de su grave lesión y que dejó claro una vez más que Jokic es un dos veces MVP, pero que los Nuggets son mucho más que eso. Disfruten.
Murray fue el factor diferencia del encuentro. Los Lakers salieron mucho mejor que en el Game 1 y marcaron el paso durante muchos minutos; tanto es así que desde el final del primer cuarto al inicio del segundo siempre estuvieron por delante en el electrónico, llegando a ganar por hasta 11 puntos. Por el camino disfrutaron de fantásticas actuaciones de Austin Reaves (22 puntos y 5 triples) y Rui Hachimura (21 puntos con un 8 de 10 en tiros desde el banquillo). ¿Qué falló entonces para Lakers? Lo que nadie esperaba, sus estrellas.
Davis y LeBron, irregulares
Suena raro –incluso mal–, pero así es. Anthony Davis firmó un doble-doble de 18 puntos y 14 rebotes, pero se quedó en un doloroso 4 de 15 en tiros de campo, errando algunos lanzamientos que se entienden sencillos para él. LeBron James se quedó cerca del triple-doble con 22 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias, pero su 0 de 6 en triples y su poca influencia en los minutos finales tampoco le dejan en muy buen lugar. Por cierto, El Rey acumula 19 triples consecutivos errados en los últimos cuartos, la peor racha en playoffs de los últimos 25 años. En cualquier caso, LeBron tiene claro qué fue lo que decantó la balanza en su contra.
«Hizo tiros cuando se extinguía el tiempo de posesión. Defendimos durante 24 segundos e hizo dos tiros importantes, uno sobre Anthony Davis y otro sobre mí. Encontró su ritmo desde el triple en el último cuarto. No me sorprende, ya lo ha hecho antes. A veces es algo que ocurre en esta liga», comenta sobre la eclosión final de Jamal Murray.
Jokic, a ritmo de leyenda
Viendo el partido de Murray parece que Nikola Jokic hizo ‘poco’, pero no se confundan, el serbio nos regaló su cuarto triple-doble consecutivo –algo nunca visto en la historia de los playoffs– para ser ese golpeteo silencioso en el corazón de los californianos. Para ser exactos fueron 23 puntos, 17 rebotes y 12 asistencias. Concluido el partido, Michael Malones no pudo pasar por alto que una reportera de ESPN, Lisa Salters, dijese que nunca había visto jugar al serbio hasta las presentes finales de la Conferencia Oeste ante los Lakers.
«Para aquellos que no lo conocen, ahora tiene 13 triples-dobles en playoffs. Es simplemente increíble lo que continúa haciendo todas las noches en el escenario más grande del mundo», sentencia el head coach de los Nuggets.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)