Los Houston Rockets sobrevivieron a un gran último cuarto de Phoenix Suns gracias a la canasta ganadora sobre la bocina anotada por James Harden. Con el partido igualado a 111, el escolta agotó el tiempo, amagó con la penetración para finalmente dar un paso atrás y tirar de media distancia, dando la victoria a su equipo por 111-113. Además de esta canasta, Harden fue el máximo anotador del partido con 33 puntos.
Eric Bledsoe fue el principal baluarte de unos Suns que siempre se muestran como un buen equipo en ataque. Bledsoe anotó 25 puntos y los acompañó con 8 rebotes y 9 asistencias, quedándose muy cerca del triple-doble. Además, estuvo extremadamente eficaz en el tiro, con 8-14 en sus lanzamientos. Solamente Markieff Morris e Isiah Thomas fueron capaces de acercarse a su nivel, el primero acabando con 21 puntos y 9-14 en tiros y el base haciéndolo con 22 puntos desde el banco.
Harden no pudo contar con Dwight Howard, quien se lesionó el tobillo durante el primer cuarto y no pudo volver al encuentro. Motejiunas, Josh Smith, Corey Brewer y Beverley completaron un buen partido y suplieron la ausencia del pívot.
«Ha sido una gran sensación, teníamos una ventaja en el marcador y sabíamos que harían algún parcial bueno. Era meterlo o ir a la prórroga, y lo he metido», dijo Harden tras el encuentro.
Dragic sigue sin encontrar su ritmo
Los Phoenix Suns siguen sin conseguir encontrar al mejor Goran Dragic. El jugador esloveno fue la gran sorpresa durante la exitosa temporada pasada de la franquicia de Arizona pero está teniendo muchos problemas en estos nuevos Suns que dan mayor importancia a Bledsoe. Dragic solamente anotó 2 puntos en 18 minutos.