Sacramento lo puso fácil. Por lo que la franquicia denominó «descanso programado», DeMarcus Cousins no jugó en la visita de los Kings a Houston. Para colmo, su segundo máximo anotador, Rudy Gay, también fue baja por una lesión de cadera. En este escenario, el resultado no sorprendió: 132-98 para los Rockets. Pero, casi más importante que la victoria, James Harden escribió su nombre junto a la mayor leyenda de la historia de su equipo.
Un Harden histórico
https://twitter.com/HoustonRockets/status/809208235131449344
El escolta reconvertido a base, sin alcanzar los 30 minutos de partido, lideró la victoria de su equipo sin forzar la máquina. Harden terminó con 15 puntos (con un 4/7 en tiros de campo), 14 asistencias y 11 rebotes. Esto supuso su 5º triple-doble de 2016-17 y su 14º en temporada regular, todos con Houston, igualando al legendario Hakeem Olajuwon en la lista histórica de la franquicia.
Perfectamente a gusto en su rol de distribuidor ante Sacramento, Harden se aprovechó del acierto exterior de sus compañeros y de un ataque rápido que funcionó a la perfección. El 22/42 en triples y las 40 asistencias repartidas por los Rockets fueron demasiado para Sacramento, que necesitó de un jornalero como Garrett Temple (20 puntos) para liderar su ofensiva.
El equipo más en forma
https://twitter.com/HoustonRockets/status/809230541841190912
Ryan Anderson (22 puntos) y Trevor Ariza (17) fueron los que mejor se beneficiaron de los espacios abiertos creados por James Harden, con Sam Dekker (19 puntos, con 8/10 en tiros de campo) rematando desde el banquillo en su mayor anotación como profesional.
Los Rockets siguen disfrutando de la mejor racha en activo de la NBA, con 8 victorias seguidas, e igualan a los Clippers en el tercer puesto del Oeste con un balance de 19-7. El inicio de la era D’Antoni sigue siendo una delicia en la ciudad tejana.
