Antes de que Mat Ishbia comprase los Phoenix Suns y comenzase a tomar las decisiones de forma casi unilateral, James Jones era considerado uno de los gerentes más reputados de la liga. El exjugador había construido un contender en Arizona pieza a pieza y siempre en torno a Devin Booker. Una forma de hacer que no es posible bajo la ya no tan nueva propiedad y que ha acabado con l directivo relegado de su puesto.
No todo son malas noticias, pues Jones ocupará el cargo que venía ostentando Joe Dumars en las oficinas de la mismísima NBA. Puesto que ha abandonado por ser capitán general en los New Orleans Pelicans. Jones será vicepresidente ejecutivo, lo que le pone al mando de las operaciones deportivas de la Liga con 46 años.
Algunas de las áreas de influencia de su nuevo puesto son el desarrollo del reglamento y su interpretación, así como las políticas y procedimientos de actuación. La NBA gusta de situar a exjugadores en este puesto por la visión que aportan a ese respecto, y Jones fue 3 veces campeón de la NBA con Heat y Cavaliers.
(Fotografía de portada de Joe Camporeale-Imagn Images)
