Alejado de los focos, hay un chico de 20 años que está creciendo en Brooklyn. Tras un complicado curso como novato, Jarrett Allen empieza a dar muestras de lo que será, o al menos de lo que tiene talento para ser. Con un físico que le permite ser un eficiente defensor bajo los aros, este pívot formado en la Universidad de Texas está trabajando y demostrando que puede hacer muchas más cosas; tanto es así que ha disparado sus estadísticas hasta los 12,5 puntos, 8 rebotes y 2,5 tapones en 28 minutos por partido. Los números hablan bien, pero mejor lo hace la madurez que demuestra a la hora de valorar qué consejo se hubiese dado a sí mismo para su campaña de rookie.
«Tómate tu tiempo y aprende. Cuando llegué quería saberlo todo. Me estoy dando cuenta de que todo va a venir con el tiempo. Sé que las temporadas de novato son realmente para aprender. Desearía haber disminuido la velocidad desde el principio para haber podido absorber las cosas plenamente. No puedes retenerlo todo», explica en una entrevista concedida a HoopsHype.
Gran culpa de esa calma alcanzada la tiene el ambiente que se vive en los Nets. Inmersos en una nueva campaña de reconstrucción, Allen no deja de destacar el hecho de que todos se sientan felices dentro de la organización. «Mi primera impresión de la temporada es que todos están encantados con estar aquí. Los entrenadores, el general manager, los jugadores… todos están encantados. Tenemos una misión entre manos y todos estamos en la misma página».
Ampliando sus armas
Con esas buenas sensaciones en el vestuario, Allen está realmente centrado en mejorar su juego para adaptarse a las necesidades de la actual NBA. Así, además de destacar su capacidad para poner tapones, afirma que su rango de tiro ha crecido. «Saber contra quién estoy jugando en la mayor ayuda cuando se trata de taponar tiros. Sé cómo se mueven, sus tendencias, cuándo y cómo saltan… Es una gran ayuda. He estado intentando ampliar mi rango. Voy a lanzar triples este año».