Sobre el papel, Jarrett Allen era uno de los pívots más codiciados de esta agencia libre, pero también fue uno de los primeros en anunciar su continuidad en la franquicia a la que pertenece. El jugador de los Cleveland Cavaliers firmaba el 3 de agosto una extensión por cinco años y 100 millones de dólares en total. Allen apenas lleva ocho meses en Ohio, después de recalar allí como parte del traspaso de James Harden a Brooklyn Nets. Siendo junto con Caris Levert la pieza más valiosa de la que se tuvieron que desprender los Nets, el pívot ha querido valorar el impacto que hubiese tenido su figura en caso de retenerle.
«A veces pienso en haber podido jugar con ese grupo de jugadores. […] No digo que hubiese sido la razón principal, pero creo que mi presencia les habría ayudado a alcanzar las finales» decía Allen en su participación para Sirius XM Radio, conducida por Brian Custer. Sin llegar a ser una aseveración, sí que es probable que la presencia de un especialista defensivo como Allen hubiese acercado a los Nets a lograr su objetivo.
La falta de talento fuera del tridente estrella y la plaga de bajas que sufrieron los neoyorquinos en su derrota a siete partidos contra los Bucks, provocó que las rotaciones fuesen extremadamente cortas. Kevin Durant y los 47,1 minutos de media que acumuló en los últimos tres encuentros son la máxima expresión. Pero apenas siete jugadores tenían peso real en los aprtidos igualados hasta el final y Bruce Brown tuvo que jugar largos minutos como pívot de facto.
Relegar la defensa de Antetokounmpo a Blake Griffin era lo único que le quedaba a los Nets, que se habrían beneficiado enormemente de una presencia defensiva como la de Allen y de su notable papel en el bloqueo y continuación que Brown improvisó durante buena parte de la serie. No en vano, Jarrett es uno de los diez mejores taponadores de la liga (1,4 por partido) y el mejor defensor interior con el que han contado los Nets en temporadas recientes. Aunque otros factores entraron en juego, haber apostado por quedarse con DeAndre Jordan y Nicolas Claxton no terminó dando réditos a la hora de la verdad.
(Fotografía de portada de Sarah Stier/Getty Images)