Tras una convulsa temporada el frente de los Brooklyn Nets, Jason Kidd parece haber encontrado su sitio en el banquillo de los Milwaukee Bucks. La franquicia de Wisconsin, que el año pasado fue una de las peores de la liga, está sorprendiendo en el presente con un balance de 11-11 con el que se mantiene en el sexto puesto de la Conferencia Este.
Quizás culpa de este buen comienzo la tengan los métodos que emplea Kidd, quien rodeado de un roster realmente joven, entiende que la formación baloncestística, más allá de los entrenamientos cotidianos, debe ser tratada de una manera especial.
Así, según informa Grantland, el entrenador de los Bucks hace exámenes escritos a sus jugadores cada día que hay partido; método que ha aprendido, según él mismo ha dicho, de su etapa en Dallas junto a Rick Carlisle y Terry Stotts. Las preguntas que lanza a sus jugadores son de diversa índole, pudiendo hablar de la historia del baloncesto, de cuestiones estratégicas o de cosas tan concretas como el entrenador jefe de un equipo.