Con la llegada de Arturas Karnisovas a la gerencia de los Chicago Bulls resulta muy factible que la franquicia empiece a emitir giros de 360 grados. Casi desesperados y, seguramente, más acertados que en últimos tiempos. Empezando por el banquillo, donde Jim Boylen cuenta con muchas papeletas para abandonar el cargo de entrenador jefe de cara a la temporada que viene.
El técnico, podríamos decir que chapado a la antigua en sus pretextos de juego y con más de un incendio en el vestuario desde su llegada, podría no resultar la pieza ideal para la joven plantilla de los Bulls. Boylen puede pecar de conservador, y si por algo destacan sus jugadores es por sus cualidades ofensivas.
Así, Boylen podría estar en el alambre y no durar mucho más como entrenador jefe de los Bulls. Él, no obstante, confía en poder seguir ejerciendo en el banquillo de Illinois, donde los anteriores ocupantes de las oficinas (Gar Forman y John Paxson) validaron su renovación tras coger al equipo a mitad de la temporada pasada.
Según expresó el periodista Joe Cowley (Chicago Sun Times), Jim Boylen todavía siente que seguirá en el puesto en el futuro.
Veremos qué ocurre pero no hace falta mucho para avistar que Boylen podría estar ante sus últimas semanas como jefe del área técnica de la franquicia.
(Fotografía de portada: Jonathan Daniel/Getty Images)