Jimmy Butler es Miami Heat. Pocos jugadores han representado tanto a un equipo en los últimos tiempos; y no lo decimos meramente por temas estadísticos o resultados del equipo, sino porque es que el actual equipo de Florida no se entiende sin la presencia del alero, quien además lleva años dejándonos sobre la cancha momentos para el recuerdo. Anoche, recibiendo a los Bulls, firmó otro de esos que quedan en la retina de los aficionados.
Tras 48 minutos de constante batalla –para él fueron 35– y una recta final con múltiples alternancias en el marcador, se llegó a la última posesión con empate a 116 y balón para los Heat. Fue ahí cuando Butler dejó claro una vez más qué tipo de líder es para agarrar la pelota y, con una calma exultante, levantarse en el último suspiro y hacer que el Kaseya Center de Miami explotase de júbilo con una canasta que no dejó ni una centésima en el electrónico. Sí, Butler dejó sin aliento al equipo que le vio nacer (y crecer) como jugador NBA.
Tras lograr un total de 28 puntos a los que puso la guinda con la canasta ganadora del partido, Butler dejó claro que no lo veía como algo excepcional y que lo que realmente le importaba era haber ganado el partido. «Cualquiera puede hacer ese tiro. Lo que es realmente genial es ganar porque las victorias son muy difíciles de conseguir en esta liga», señala.
Junto a Butler hubo otro veterano que brilló con luz propia, y es que un rejuvenecido Kevin Love se fue desde el banquillo hasta los 22 puntos y 7 rebotes. También estuvieron bien Jaime Jaquez Jr. con 18 puntos y Caleb Martin con 17, quienes ayudaron a que Miami lograse un importante triunfo que le coloca con un balance de 15 triunfos y 11 derrotas mientras siguen esperando las recuperaciones de Bam Adebayo y Tyler Herro.
Unos Bulls muy mejorados
Pese a la derrota, hace tiempo que Chicago ha dado varios pasos al frente para competir cada noche. En el segundo de los dos choques consecutivos con Miami –el primero lo ganaron–, DeMar DeRozan les lideró con 27 puntos, Patrick Williams anotó 25 y Coby White llegó a los 22. Fue insuficiente, pero esperan seguir peleando pese a que las lesiones les están golpeando; y es que a la ya conocida de Zach LaVine se unió la de Alex Caruso en el anterior partido y la de Torrey Craig esta misma noche.
(Fotografía de Jared C. Tilton/Getty Images)