Tras perderse siete de los últimos nueve partidos de los 76ers, Joel Embiid regresó anoche a la acción para firmar 41 puntos y llevar a su equipo hasta la victoria por 124-115 contra Houston Rockets. Fue una gran actuación, una que nos recordó que está en la carrera por ser de nuevo MVP. Sin embargo, nada más terminar el encuentro quiso dejar claro que su pelea del presente curso NBA apunta a otra cosa, a llegar a playoffs en un perfecto estado de forma.
«No importa cuántos partidos juegue; el objetivo es estar sano el resto del año. Ya he ganado el MVP. Si tengo la oportunidad de conseguir el segundo, lo haré, pero no voy a forzar ni a presionar para conseguirlo. Mi juego siempre hablará por sí solo. Estamos ganando. Eso es lo principal. Tenemos que seguir ganando y poner las estadísticas para estar en la conversación por el MVP también es genial. Pero al final del día, si pasa algo y no puedo cumplir con el requisito para de la cantidad de partidos jugados para calificar para eso, que así sea», sentencia.
La realidad es que Embiid está de nuevo en la discusión por méritos propios. Lleva 17 partidos seguidos de al menos 30 puntos, lo cual es un récord para Philadelphia. Además, logró anoche su séptimo doble-doble de 40 puntos esta temporada, la mayor cantidad en la NBA. En el total de su carrera suma 42 partidos de al menos 40 puntos y 10 rebotes, siendo el séptimo en la historia de la Liga.
Volviendo al MVP, la NBA ha establecido que se deben jugar al menos 65 partidos de temporada regular para optar a los premios. En el caso de Embiid, ya solo podría ausentarse en siete sin quedar fuera de la carrera. Se trata de una marca complicada para el camerunés, ya que en su mejor año jugó 68 noches y en la pasada 66, siendo estas las dos únicas veces que ha llegad a los 65 encuentros.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)