Era quizás el enfrentamiento individual más esperado. Los dos últimos MVPs de la NBA, Joel Embiid y Nikola Jokic, se veían las caras en Philadelphia con las espadas en todo lo alto. Sus equipos están arriba, ellos están jugando a un nivel excelente. No faltaban ingredientes para que se viviese un espectacular duelo entre dos de los mejores jugadores de la historia de la Liga, y así fue.
El pívot camerunés se marchó hasta los 41 puntos y 10 asistencias. El serbio por su parte acumuló 25 puntos y 19 rebotes. Ambos lo pusieron todo sobre el parqué e hicieron disfrutar a los aficionados como pocas veces ocurre. La victoria terminó siendo para los 76ers por 126-121, pero el respeto se lo llevaron ambos con su juego… y sus palabras.
«Es gracioso, en Twitter tenemos una guerra entre los aficionados de Philadelphia y los de Denver. Es gracioso porque ambos pensamos, ¿a quién le importa? Queremos jugar al baloncesto y ganar algunos partidos. Pero él se merece los elogios. Hasta que le derroques, es el mejor de la liga. Es el MVP de las Finales. Hasta que le quites eso, él puede reclamarlo. Pero también creo en mí mismo», comenta Embiid.
Lo cierto es que lo que vimos anoche no fue una prueba más del enorme rendimiento que están dando ambos cada vez que saltan a la pista. Jokic está volviendo a rozar el triple-doble con un promedio de 25,5 puntos, 11,9 rebotes y 9,1 asistencias. Embiid por su parte acumula 18 partidos consecutivos de al menos 30 puntos, igualando así al miembro del Hall of Fame Elgin Baylor como la sexta mejor racha de la historia de la NBA.
Todos sabían que con el duelo entre Sixers y Nuggets llegaba algo grande. Así lo expresaba el entrenador de los primeros, Nick Nurse, antes de empezar. «La cartelera de esta noche es más que un simple enfrentamiento entre dos grandes jugadores. Va más allá de eso. Lo que sucede es algo más. Creo que valdrá la pena verlo esta noche». No se equivocaba.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)