La plantilla de Cleveland celebró el triunfo contra Indiana con una improvisada ducha a su entrenador
Tras toda una carrera en la NCAA, donde estuvo desde 1992 para convertirse en leyenda de la Universidad de Michigan, John Beilein decidió hace meses dar el salto a la NBA para hacerse cargo de Cleveland Cavaliers a sus 66 años. El cambio era drástico. Pasaba de formar a jóvenes talentos a entrenar en el profesionalismo; algo que él mismo admitió que necesitaría de cierta adaptación. Anoche, en el debut de los Cavs en casa ante Indiana, lograba la primera victoria de su historia en los banquillos de la NBA.
En un partido que los de Ohio dominaron con holgura desde el segundo cuarto, cuando endosaron un parcial de 39-20 a los Pacers, Beilein acabó cantando victoria en una noche en la que los Cavs iniciaron de la mejor manera posible la celebración de su 50 aniversario. Y es que el triunfo llegó ante la presencia de varias leyendas de la franquicia y vistiendo una equipación de los años 90.
Si en la cancha se vivió una fiesta, la llegada a vestuarios no frenó la euforia. A Beilein le entregaron el balón del partido como recuerdo justo antes de que todos los jugadores utilizasen sus botellas de agua para dejar empapado al técnico tras una ducha improvisada. La ocasión lo merecía.
El veterano head coach mostró su satisfacción tras el triunfo en rueda de prensa. «Disculpen mi apariencia. Acabo de tomar un pequeño baño», dijo antes analizar lo vivido. «Soy muy afortunado por tener muchos balones de recuerdo, pero este va a ser bastante especial. Es el balón de la primera victoria en la NBA. Cada vez que cambias de trabajo de esta manera es un momento muy difícil para tu familia, para ti y para todos. Es una transición muy especial. Será un recuerdo especial».
(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)