Atlanta Hawks comenzará el curso 2018-19 con un importante contratiempo. A días de que se inicie la acción, la franquicia de Georgia ha anunciado que su jugador de segundo año, John Collins, ha sido sometido a una resonancia magnética que desvela una inflamación en el tobillo izquierdo, dolencia que lo mantendrá alejado de las canchas hasta el 22 de octubre, momento en el que volverá a ser examinado por los servicios médicos del equipo.
En una campaña pasada que no dio prácticamente alegría alguna a Atlanta, Collins, número 19 del Draft 2017, puso la nota positiva al mostrar como un jugador talentoso y preparado para desenvolverse a gran nivel en la NBA. Para ser exactos, promedió 10,5 puntos, 7,3 rebotes, 1,3 asistencias y 1,1 tapones en 24,1 minutos por noche.
En cualquier caso, perder a Collins durante algunos partidos no es ninguna tragedia para los Hawks. Inmersos en una reconstrucción que recién da sus primeros pasos con el mencionado Collins y Trae Young como grandes exponentes, el mantener al grupo sano mientras la química va creciendo es uno de los grandes objetivos del año. Eso sí, Collins crecerá más estando en pista que fuera de ella.