A finales de agosto John Wall decía haber pasado por pensamientos suicidas en algún punto de 2020. El jugador ha querido ampliar su declaración con una columna en The Players Tribune. Portal donde los jugadores pueden escribir sus propios artículos a menudo narrando experiencias personales. En su texto Wall rememora el punto más bajo de su vida y las razones que le llevaron a pensar en quitarse la vida. Y por el camino deja una inquietante realidad sobre el calvario de lesiones que tuvo que vivir. «Tuve una infección debido a las operaciones que casi me lleva a tener que amputarme el pie» cuenta el base de los Clippers.
Este episodio derivó de la rotura del tendón de Aquiles que el jugador sufrió a finales de 2018 y que le tuvo temporada y media en el dique seco. Fue ahí donde a Wall se le empezaron a sumar factores que derivaron en un estado de salud mental tremendamente delicado. «Pasó muy rápido. En tres años pasé de estar en la cima del mundo a perder casi todo lo que me importaba en la vida» cuenta el jugador. «Forcé un Game 7 contra Boston. Firmé una extensión máxima y creía que iba a pasar el resto de mi vida en Washington. Un año más tarde me rompí el Aquiles y perdí el único santuario que había conocido en la vida: el baloncesto».
En su testimonio Wall detalla cómo el fallecimiento de su madre por cáncer le llevó a la completa desidia. Afortunadamente, el jugador cierra el texto agradeciendo que sus hijos le hayan dado la fuerza necesaria para seguir mientras celebra la apertura de una nueva etapa en su vida. «Sigo aquí».
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)