Jonas Valanciunas pasó por el Staples Center como una tormenta perfecta. El pívot de los Pelicans, quienes han ganado tres de sus últimos cuatro partidos, se machó hasta los 39 puntos con 7 triples (máximos de su carrera) y añadió 15 rebotes para ser el amo y señor de un encuentro que se llevaron los de Luisina por un rotundo 104-123.
New Orleans no encontró rival. Al concluir el primer cuarto vencían por 15 puntos y durante los restantes 36 minutos dominaron por al menos 10 puntos de diferencia. Concluido el choque, Willie Green bromeó señalando que los compañeros estaban llamando al pívot lituano Dirk Valanciunas. Fue el protagonista de una noche feliz para los Pelicans, y es que es tan solo el cuarto jugador en la historia de la NBA en conseguir al menos 35 puntos, 15 rebotes y 7 triples en un partido.
«Todo el mundo quiere ser él. Es uno de los más grandes del deporte, pero todavía tengo que trabajar mucho para ser como él», comenta sobre la comparación con Dirk Nowitzki antes de centrarse en el partido. «Me siendo cómodo cuando veo entrar y los tiros, y no tanto cuando no entran. Se trató de un esfuerzo colectivo. Trabajar con los muchachos, abrirme… Ejecutar las jugadas es el esfuerzo de cinco muchachos sobre la cancha», expresa.
Valanciunas estuvo espectacular, pero no solo. Brandon Ingram se marchó hasta los 27 puntos y 7 rebotes para secundar de manera excelente a su compañero; eso sí, él también tenía claro quién les marcó el camino hasta el triunfo. «Nos cambió el juego esta noche. Salió con mucha energía y parecía que jugaba suelto. Era la cabeza de la serpiente de todo lo que hacíamos», comenta el alero.
Defensa, rebotes… Problemas en Clippers
Tras una racha de siete triunfos consecutivos, los angelinos han caído en seis de los siguientes nueve encuentros. Paul George se marchó a los 27 puntos y Reggie Jackson aportó 19. Lo cierto es que an ataque estuvieron bien, algo que demuestra el hecho de que lograsen un 51,4 por ciento en tiros de campo. Las dificultades están en otras facetas. Solo provocaron siete pérdidas del rival (ellos tuvieron 15) y permitieron hasta 14 rebotes ofensivos (ellos tuvieron 4). Esos números conducen a que los Pelicans realizaran hasta 22 tiros de campo más que ellos. Así lo explica Paul George.
«Todos los equipos se van a lanzar a por el tablero contra nosotros. Honestamente, esa es nuestra kriptonita. Todos los equipos van en esa dirección y mandan a sus chicos a por el rebote. Simplemente piensan que pueden hacer eso y que no hay penalización, ya que no hemos sido un gran equipo de transición una vez que conseguimos los rebotes. Es algo que vemos todas las noches», analiza el alero.
(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)