Aunque esté pasando por el momento más bajo de su carrera desde que se asentó en la élite, Jordan Poole no cambia el paso. Poco importa que ahora comience los partidos desde el banquillo para seguir haciendo acopio de un gran volumen de tiro. De hecho, el base se ha tomado lo de ser sexto hombre como un cheque en blanco al lanzamiento. En sus primeros 52 partidos con los Wizards promediaba 14 tiros en 29 minutos como titular. Como suplente, estos han aumentado a más de 17 con un promedio muy similar de minutos.
Por eso no extraña oírle decir que «las críticas no me afectan» en el último reportaje que le dedica Yaron Witzman en Fox Sports. «Nunca me han hecho amilanarme o dar pasos atrás unas pocas críticas», asegura Poole. Lo cierto es que, desde que sale desde la banca, el base ha mejorado sus números y porcentajes. Aunque estos aún no supongan demasiadas victorias para su equipo (2-12 desde que es suplente).
Mentalidad vs. realidad
«Todo lo que he hecho durante mi carrera me ha funcionado. No hay razones para cambiar nada. Simplemente encontrar formas de mejorar un poco en las áreas que pueda», prosigue. Todo esto lo dice siendo consciente de que su temporada, a pesar de tener un rol mayor que el que tenía en los Warriors, está siendo la peor desde su año sophomore.
Una caída que ya comenzó el curso pasado y que levantó suspicacias sobre el peso que tenía en esta el famoso encontronazo con Draymond Green. Mientras en el entorno de Golden State creen que «aún sigue dañado» por aquel episodio, el círculo cercano del jugador lo desmiente.
(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)