Cuando se da un traspaso como el de Josh Giddey a Chicago Bulls, lo esperable es que el siguiente movimiento sea la renovación. Sobre todo si supone perder a una pieza tan importante en el pasado reciente y encajable en cualquier plan futuro como es Alex Caruso. Sin embargo, hoy el periodista Brian Windhorts detalla que las conversaciones nunca han prosperado demasiado desde el aterrizaje de Giddey en Chicago. «No ha habido una negociación como tal», revela el de ESPN.
Con permiso de Zach LaVine, el base australiano pinta a ser el líder deportivo de los Bulls esta temporada. Por lo que sorprende ver que la franquicia no intente blindarle con respecto al verano que viene. Se desconoce si el propio jugador ha sido quien se ha mostrado más reticente a discutir esta extensión. Ni siquiera las cifras que se han manejado, aunque no tocaría esperarlas muy lejos de los máximos firmados por Evan Mobley, Scottie Barnes o Cade Cunningham.
Probablemente esto apunte a la última intención de Chicago: querer probar el verdadero valor de mercado de Giddey para renovarle a la baja. El australiano será agente libre restringido el próximo verano, lo que implica que los Bulls pueden igualar cualquier oferta que llegue por el base. Esto ya sucedió hace no tanto con DeAndre Ayton en los Suns, lo cual supuso un golpe al estatus del jugador que aún duele en su caché.
(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)
