Si hay algo que consigue Tom Thibodeau allá por donde pasa es crear camaradería. Como si fuesen veteranos de la Gran Guerra –sus equipos a veces parecen vivir en ella– todos los componentes del vestuario van a una y se muestran prestos para morder si alguno de ellos se ve amenazado. Por ello, no sorprende que Josh Hart, uno de los aventajados a la hora de ponerse en primera línea de batalla, haya dicho basta.
Tal cual suena. Lejos de hacer del silencio su aliado, quizás el idóneo para un futuro agradable en la Gran Manzana, el alero ha saltado en contra de las críticas a su ya exentrenador; es más, recuerdo a quienes cargan contra él que lo que deberían decir es «gracias».
«Todos los que habláis mal de Thibs sois patéticos. Se tomó una dirección diferente, pero deberían estar agradecidos por lo que hizo por el equipo y la organización», sentencia con una publicación en su cuenta personal de la red social ‘X’.
All yall talking trash about Thibs lame as hell. A different direction was taken but yall should be appreciative for what he did for the team and organization
— Josh Hart (@joshhart) June 12, 2025
Thibodeau es un entrenador que no deja indiferentes por el camino. Hay quien le ama y hay quien le odia, pero el grupo de los neutros es reducido.
Aquí también dimos las gracias a Tom Thibodeau. No se trata de ascenderlo a los altares, pero tampoco de condenarle al infierno. Hizo lo que hizo. De unos Knicks perdidos en la NBA pasamos a unos competitivos bajo su batuta, unos que han hecho vibrar como no se recordaba a la ciudad de Nueva York. Puede que no fuese el indicado para dar el siguiente paso, pero de los suyos propios poco o nada malo se puede decir.
(Fotografía de Brad Penner-Imagn Images)