Jrue Holiday fue All Star en 2013. Parece que ha pasado una década.
No hace tanto, la carrera de la ex estrella de UCLA apuntaba a espectacular. No en vano ya jugaba esa pachanga de febrero entre estrellas con sólo 22 años de edad. Formó parte de aquellos Philadelphia 76ers que hace cinco años —aunque también parece que fuera hace otra década— se colaron en Playoffs como ese conjunto eléctrico en el que se mezclaban veteranos y contrastados como Elton Brand o Andre Iguodala, con la sabia fresca de Thaddeus Young, Evan Turner, Lou Williams o el propio Holiday.
Al año siguiente, en el curso 2012/13 se producía la eclosión definitiva del base, con sus 17,7 puntos por partido aderezados con 8 asistencias de media. Magnífico. No es de extrañar que los New Orlean Pelicans hicieran all in. Sólo por un base con tanto futuro, podía renunciarse al que sólo una lesión le impidió ser nº 1 del Draft. Nerlens Noel. Y así fue; y a día de hoy, no parece que hubiera win & win.
Sus tres temporadas en New Orleans han estado plagadas de sinsabores. Lesiones. ¿Y luego? Más lesiones. Sólo ese incontrolable enemigo puede privar tanto tiempo de jugar la postemporada a una plantilla excelente en cuanto a nombres en su quinteto titular.
En lo que respecta a Jrue, 34, 40 y 65 son los partidos de regular season que ha podido disputar desde su llegada a su actual equipo. La gráfica va hacia arriba. Parece que, finalmente, los de Louisiana podrán empezar a disfrutar de todo el potencial —16,8 puntos y 6 asistencias en 2015/16— de la gran estrella naciente por la que apostaron hace más de mil días.
Sin lesiones serias
Si repasamos el historial de lesiones del point guard, no encontramos ninguna rotura de ligamento cruzado, ningún esguince grave ni ninguna tibia destrozada. Sus lesiones, todas leves o moderadas, han sido pinochas bajo pies descalzos que han ido ralentizando y minando su moral.
«No he tenido ninguna lesión importante por la que me haya tenido que preocupar demasiado tiempo. Este verano ha sido como aquellos previos a las lesiones o tuviera alguna reacción posterior por estrés, por lo que ahora puedo hacer un montón de cosas explosivas. Está siendo genial, sintiendo que puedo hacer cosas sin restricciones».
Holiday, aquel jugador que en un momento se ganó el galardón no oficial de «robo del draft», a sus, sólo, 26 años, está en condiciones de volver a serlo.