Julius Randle y R.J. Barrett no encuentran su juego

Los New York Knicks han protagonizado una temporada regular que muy pocos esperaban. Los analistas les situaban entre los últimos puestos de la liga; sin embargo, comandados por Tom Thibodeau se hicieron con el 4º puesto del Este y regresaron a los playoffs por primera vez en los últimos ocho años.

Esta increíble mejora que han protagonizado los Knickerbockers la han perdido en la postemporada. Los neoyorquinos no están siendo fieles a su estilo. La ofensiva no fluye, y en la parte de atrás no están siendo tan incisivos (a excepción del segundo encuentro).

Tampoco está siendo el mismo Julius Randle. El Jugador Más Mejorado ha desaparecido en los tres primeros encuentros con un 13 de 54 en tiros de campo, lo que supone un gris 24% de acierto.

Tampoco encuentra su sitio R.J. Barrett. El joven canadiense se está viendo superado por la presión de los playoffs, y en su haber atesora un 13 de 38 en el lanzamiento, y lo que es peor, una preocupante desconexión en determinados momentos.

En el partido de anoche no hubo forma de encontrarles. Entre ambos se combinaron con 1 de 14 intentos en la primera parte, con un 1/9 para Randle y un 0/5 para Barrett.

«Tengo mucha confianza en ambos muchachos», admitió Thibodeau al NY Post.

Y realmente puede tenerla, pero ambos no se parecen en absoluto a aquellos jugadores de los 72 partidos de la temporada regular. Randle terminó con 14 puntos y 11 rebotes, pero con un mísero 2 de 15 en tiros de campo. Y Barrett maquilló un poco se actuación en los últimos minutos para finalizar con 7 puntos.

Mientras tanto los Hawks caminan de la mano comandados por un gran Trae Young que le está encantando su papel de antagonista. El base esta vez aparcó un poco su arsenal ofensivo para repartir hasta 14 asistencias que permitieron que seis compañeros obtuvieran dobles dígitos de anotación.

En frente el único de los Knicks que está plantando cara es Derrick Rose que, a pesar de su longevo historial de lesiones, no se le puede pedir más en estos momentos. Bueno, quizás sí. Más apoyo de sus compañeros. El MVP más joven de la historia terminó con 30 puntos, pero estuvo completamente solo.

«Consígueles algunas canastas fáciles», señaló Rose al respecto de Randle y Barrett. Y es que los Knicks anotaron cero puntos al contraataque. Todo mérito de la exigente defensa planteada por McMillan que está sabiendo frenarles a la perfección.

El próximo domingo los Knicks se la juegan otra vez en terreno de Atlanta a partir de las 19:00 horas y no pueden permitirse otro fallo porque regresar al Garden con un 1-3 puede ser letal pese a que el pabellón volverá a colgar el cartel de sold out.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)


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