Kai Jones salió de la NBA de manera muy poco discreta, y ha vuelto a ella haciendo el mismo nivel de ruido. Antes de ser cortado por los Hornets en octubre, el pívot comenzó a realizar una serie de publicaciones de lo más llamativas en redes sociales en las que aseguraba, entre otras cosas, ser mejor que todos sus compañeros o que poder vencer a LeBron James en un 1vs1, lo cual llevó a algunos incluso a preocuparse por su salud mental. Y ahora que ha firmado un contrato de 10 días con los 76ers, no parece que la cosa haya cambiado.
«Estoy centrado en ser el MVP de la NBA» afirmó en una entrevista con Shams Charania, periodista de The Athletic. «Es un largo viaje que requiere mucho entrenamiento, pero creo que estoy capacitado para ello. En mi mejor versión, soy MVP, Defensor del Año, e incluso el mejor jugador de todos los tiempos. Puedo lograr todo eso».
Desde luego, a nivel de autoconfianza sí que podríamos estar hablando del GOAT, pero Jones no ha tenido la oportunidad de demostrar dichas virtudes en la pista. El pívot ha ofrecido un buen nivel jugando con la selección de Bahamas en partidos de clasificación para la Copa de América de 2025 y con los Delaware Blue Coats de la G League, pero el salto con respecto a los objetivos que se marca es gigantesco. En sus 67 partidos en la NBA, sus promedios son de 2,7 puntos y 2 rebotes, números que veremos si mejora una vez que debute con Philadelphia.
Siendo justos, Kai es un jugador que ha demostrado un potencial interesante, sobre todo debido a sus condiciones atléticas. Pero por ahora, tiene un largo camino que recorrer para llegar a ser incluso un jugador habitual de rotación en la NBA, aunque a sus 23 años está a tiempo de dar ese paso. Y, todo sea dicho, si por casualidad consigue llegar hasta donde se ha propuesto, estaríamos hablando de una de las historias más bizarras y memorables precisamente por eso de la historia de la liga.
(Fotografía de portada: David Jensen/Getty Images)