Frank Kaminsky está entrando en su tercera temporada NBA con un objetivo en mente: mejorar sus prestaciones defensivas.
Llegado a la liga en 2015 tras formarse en la universidad de Wisconsin, este ala-pívot en el que confió desde el primer día Michael Jordan, no tuvo un comienzo sencillo al ser tildado en varias ocasiones de blando en defensa. Ahora, pese a admitir que sigue lejos del nivel al que aspira, promete más trabajo para llegar a él.
«He luchado ante emparejamientos difíciles. En algunos partidos era capaz de defender genial a mi hombre, pero en relación al plan del equipo era terrible. En otras ocasiones hacía una buena defensa colectiva, pero mala en cuanto al jugador que tenía delante. Estoy más cómodo. Siento que me muevo mejor que el año pasado», señala a Charlotte Observer.
Obsesionado con ser mejor bajo el aro propio, Kaminsky toma como modelo a seguir a Marvin Williams, quien pese a no tener un gran físico es capaz de defender a alto nivel al leer de manera excelente las jugadas del rival. Williams cree que Kaminsky tiene cualidades para conseguirlo.
«Frank es uno de los novatos más inteligentes que he conocido. Él recoge rápidamente la información. Lo bueno es que está empezando a reconocer las acciones de quien tiene delante. Hace mucho trabajo de vídeo y eso acaba dando resultados».
Una necesidad colectiva
Ya no hablamos de Kaminsky, sino de los Hornets en su conjunto. Tras dos años consecutivos situándose entre los 10 mejores equipos en eficiencia defensiva, exactamente novenos, Steve Clifford vio como el curso 2016-17 les hacía caer hasta el 14º lugar. No es para alarmarse en exceso, pero el entrenador jefe de los de Carolina del Norte es un ferviente creyente de que los éxitos empiezan por la defensa. En unas semanas veremos si los partidos empiezan a darle la razón.