Charlotte Hornets es uno de los equipos que más han mejorado desde que se inició la temporada. Superando problemas con las lesiones, los de Carolina del Norte volvieron a demostrar su buena dinámica en Indianapolis, donde se impusieron a los Pacers 95-96 con un decisivo Kemba Walker.
El base de Connecticut, que no sabe lo que es bajar de los 20 puntos en el mes de febrero, se echó el equipo a la espalda en los minutos finales para acabar decidiendo con nueve puntos en los últimos cinco minutos –anotó un total de 22– incluida una bandeja decisiva con 2.4 décimas por jugarse.
Esa buena actuación, unida a los 26 puntos y 13 rebotes de Marvin Williams, hicieron inútiles los 32 que anotó Paul George, así como su tiro final sobre la bocina, que tocó aro y se marchó fuera.
La última acción del partido, con el alero de los Pacers lanzando desde unos seis metros, tuvo cierta polémica tras el partido, ya que Frank Vogel le recriminó en parte que no atacase el aro. «Yo quiero verle yendo a por el aro en esas situaciones, pero él no decidió realizar esa jugada. Hizo su lectura y sintió que podía anotar con el step-back».
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También destacaron por Indiana las actuaciones de Myles Turner, que se fue a los 15 puntos, Monta Ellis, que alcanzó los 14, y George Hill, con 10 puntos y 7 asistencias.
A por Chicago
Con este triunfo los Hornets acumulan un récord de 8-2 en febrero, una gran marca que les permite colocarse séptimos de la Conferencia Este, igualando a Chicago Bulls.