El encuentro fue visto in situ por 51.218 espectadores, récord para un partido de baloncesto sobre suelo australiano
«Soy uno de los líderes del equipo, por lo que es importante para mí establecer este nivel». Así se satisfecho se encontraba Kemba Walker tras disputar el primero de los dos partidos que les enfrentará a Australia en la preparación para el Mundial de China. El base de Boston Celtics anotó 23 puntos (21 en la segunda parte) para que Estados Unidos venciese al conjunto anfitrión por 86-102. Pese al marcador final, los chicos de Gregg Popovich no lo tuvieron sencillo.
Alentados en el Marvel Stadium por 51.218 espectadores, número que supone un récord para un partido de baloncesto en Australia, el combinado aussie aguantó pegado a su rival hasta el inicio de la segunda mitad, en la cual incluso llegaron a estar por delante (45-44). Sin embargo, un parcial de 13-0 a favor de los estadounidenses les dio una renta que ya no perderían.
«Tenemos chicos que justo ahora están empezando a jugar entre ellos. Es cierto que tuvimos un comienzo algo duro en la primera mitad, pero en el tercer cuarto conseguimos apretar en defensa», comenta Donovan Mitchell, autor de 13 puntos.
Más allá de la actuación de los mencionados jugadores exteriores, en el Team USA destacó la aportación interior de Myles Turner. El pívot de Indiana Pacers reivindicó su papel protagonista en la selección firmando un doble-doble de 15 puntos y 14 rebotes.
Por parte de Australia, donde no estaba Ben Simmons tras renunciar al Mundial, Patty Mills y Chris Goulding se fueron hasta los 19 puntos. El base de San Antonio Spurs se mostró feliz por lo que define como una gran momento para los aficionados australianos. «Ha sido una oportunidad increíble. Creo que el baloncesto de este país ha estado esperando algo como esto». Y el disfrute será doble, ya que el sábado volverán a jugar en Melbourne.
(Fotografía de Kelly Defina/Getty Images)