Kenny Atkinson, técnico de Brooklyn Nets, cumplirá su tercera campaña al frente de equipo. A unos pocos días del comienzo de la nueva pretemporada 2018, ha concedido una entrevista al medio The Athletic donde ha comentado un poco cómo es su rutina y su relación con el general manager Sean Marks.
El entrenador de 51 años reconoce que tiene unos hábitos muy marcados. Sus días empiezan muy temprano, sobre las 04.00 o 05.00 horas de la mañana, todo dependiendo de las giras que realicen a lo largo del año, donde inevitablemente las horas de vuelo y los cambios de horario pesan cada vez más en su físico.
«Mis hábitos suelen variar, especialmente cuando arranca la temporada», señaló Atkinson. «Si llegamos a las 03.00 de la madrugada de un vuelo… Intento ignorar un poco esos artículos que hablan sobre la importancia del sueño, pero a medida que me hago más mayor, soy más consciente de ello. Cuando era joven, podía dormir cuatro o cinco horas sin problemas. Me acostaba a las 03.00 de la madrugada y me levantaba sin problema a las 07.00 horas», explicó.
Cuando los Nets actúan como locales en el Barclays Center, si el tiempo se lo permite, el propio Atkinson reconoce que le gusta ir al pabellón dando un largo paseo por la Avenida Atlantic: «Pienso en el plan del partido, en las jugadas fuera de tiempo… Ahí es cuando empiezo a pensar en el partido. Lo mejor sería tener una reunión sentado en una silla, pero esto se adapta mejor a mi personalidad».
El año pasado mejoró ligeramente los registros de su campaña de debut. Los Nets finalizarían en la 12ª posición de la Conferencia Este con un registro de 28-54 en un curso un tanto irregular debido a los problemas físicos, sobre todo de hombres tan importantes como los bases Jeremy Lin y D’Angelo Russell.
Su relación con Marks
Marks llegó de la mano de Atkinson en 2016. O mejor dicho. Atkinson llegó de la mano de Marks cuando se anunció su fichaje por 4 campañas tras su 3 años de experiencia como asistente en San Antonio Spurs. El ex jugador natural de Nueva Zelanda está realizando una gestión magnífica al frente de las oficinas, y ha conseguido operaciones que parecían prácticamente imposible. Ha limpiado salarios, contratado a jóvenes jugadores y ha devuelto las rondas del Draft a la franquicia. Los resultados no están acompañando por el momento, pero con paciencia llegarán.
El técnico de los Nets ha explicado cómo es su relación con Marks, lo unidos que están y la buena comunicación que mantienen a diario. Ambos son partidarios de establecer numerosos lazos entre plantilla, staff técnico y gerencia de la franquicia.
«Tenemos una gran comunicación. Es muy colaborativo. Estoy muy de acuerdo con el estilo de juego que quiere implantar, con todo ello. Es algo único tener a un general manager que ha jugado en la liga y que ha entrenado también. Además, también estuvo en unas Finales NBA. Escucha muy bien y es un gran tipo con quien recomponer las cosas. ¿Que si salgo tres veces a la semana con él? Solo es parte de nuestra cultura. Hacemos muchísimas cenas de equipo, nos juntamos muchísimo. Viaja mucho con el equipo, por lo que también estamos en contacto permanente. Así que de una forma u otra, acabas forjando una amistad, pero nos respetamos mucho en nuestro lugar de trabajo. Escúchame. Creo que algunas personas cuando están con sus jefes están como nerviosos… Pero yo no. Me siento cómodo con él. Puedo ser yo mismo. Como buen amigo que es, puedo serle honesto todo el tiempo», concluyó.