A inicios del año, hace cosa de un mes, los Golden State Warriors se colocaban como uno de los equipos a observar de cara al mercado. Hasta el punto de dejar la puerta abierta a una espantada multitudinaria en la que solo Stephen Curry estaba a salvo. Ya en febrero, a una semana exacta de que finalice el mercado, las cosas han cambiado mucho. No porque el equipo vaya mejor, pues siguen fuera de puestos de play-in con 20-24 en su casillero de victorias/derrotas. Sino porque cuesta pensar en un escenario que les coloque donde marcaban los objetivos antes de comenzar la temporada.
«No creo que hagamos grandes cambios», apuntaba Steve Kerr recientemente. El técnico discutía especialmente las situaciones de Chris Paul y Gary Payton II. Quienes, estando sanos, han sido importantes en los planes del técnico. «No vamos a encontrar a nadie mejor que ellos en el mercado. Es extremadamente raro mejorar el equipo en nuestras circunstancias», señala. Kerr asegura que lo importante ahora mismo es recuperar a ambos y a Moses Moody de las lesiones que les tienen apartados.
Esto, unido a las continuas pistas que apuntan a la permanencia de Klay Thompson y Draymond Green, deja a Andrew Wiggins como el único candidato a salir en esta última semana antes del cierre. Aunque, eso sí, no hay ninguna urgencia por despojarse de la carga salarial que supone el alero. «Es muy difícil, pero no quiere decir que sea imposible [que llegue un traspaso», dice Kerr. Los Warriors no son una franquicia dada a movimientos de última hora que cambien el rumbo de sus temporadas en el ecuador de las mismas. Pero siendo el primer deadline de Mike Dunleavy Jr. al mando de las oficinas, esto podría cambiar.
(Fotografía de portada de Jamie Sabau/Getty Images)