Kyrie Irving vio el partido desde la grada porque todavía sigue sin vacunarse. Pero tampoco les hizo a falta a unos Brooklyn Nets que, apoyados en su estrella Kevin Durant, se alzaron ganadores del derbi neoyorquino por un ajustado 107 a 111.
Durant fue decisivo con 53 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias. Además, anotó un triple clave con 56 segundos restantes para el final y posteriormente cuatro tiros libres consecutivos sin fallo.
Esta es la segunda ocasión en lo que llevamos de curso que Durántula alcanza los 50 y la octava en su carrera NBA. Además, se ha convertido en el segundo mejor anotador de un derbi neoyorquino tras Bernard King (60 puntos en 1984 y 55 en 1985).
«Ese hombre una locura, hombre. Parece que todo sea muy fácil», destacó Bruce Brown sobre la actuación de KD.
En los Knicks, poco o nada pudieron hacer ante el superlativo KD. Y mira que lo intentaron. Tom Thibodeau insistió con dobles marcas, pero ni por esas. Por algo está considerado uno de los mejores baloncestistas de la historia. Y esta noche volvió a demostrarlo liderando un equipo bastante justo de efectivos.
Julius Randle se destapó como el máximo exponente de los Knickerbockers con 26 puntos; secundado por Evan Fournier con 25 puntos y cinco triples convertidos, y de un R.J. Barrett que concluyó con 24.
«Es uno de los mejores de la historia (Kevin Durant). Así que es difícil pararle cuando se calienta así. Nos mantuvimos firmes. Fue un partido muy reñido y tuvimos nuestras oportunidades, tuvimos ocasiones. Pero especialmente ese triple que consiguió a falta de un minuto fue muy importante», explicó Barrett.
Los Nets se recomponen un poco y con esta victoria suman tres consecutivas para afianzarse como octavos del Este con un récord de 35-33. Pobre de aquellos que tengan que cruzarse en la post-temporada con su equipo al cien por cien. Por su parte, los Knicks cosechan dos derrotas seguidas y siguen en la 12ª plaza del Este a cuatro partidos de distancia de Atlanta Hawks (10º).
(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)