7 partidos, 7 victorias. Los Warriors siguen su camino hacia sus terceras Finales NBA consecutivas tras imponerse a domicilio a Utah por 91-102. La floja noche de algunas de las estrellas de Golden State quedó compensada con uno de los mejores partidos de Kevin Durant en su nuevo equipo. De la mano del alero, el equipo entrenado de forma provisional por Mike Brown se coloca a solo una victoria de barrer a los Jazz.
El KD más guerrero
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— NBA (@NBA) May 7, 2017
Desde el principio, fue evidente que Durant era el jugador más entonado del equipo californiano. El MVP en 2013-14 terminó a solo dos puntos de su máxima anotación como jugador de los Warriors con 38 puntos (15/26 en tiros de campo) y 13 rebotes. En su mano estuvieron los mejores momentos de Golden State, con Utah dando batalla gracias a una aguerrida defensa que anuló la efectividad de Stephen Curry, más allá de un buen final, y de Klay Thompson.
Los Jazz, eso sí, no pudieron rentabilizar ese trabajo en ataque. El equipo de Quin Snyder tardó en encontrar la fluidez ofensiva tras un mal arranque. Rudy Gobert (21 puntos, 15 rebotes y 2 tapones) era el principal soporte de Utah durante la primera mitad, también ayudado por el buen trabajo de Shelvin Mack (11 puntos y 5 asistencias), reemplazo del todavía lesionado George Hill en el cinco inicial.
Señales de vida en Salt Lake City
Delante, Golden State pagaba los problemas en el tiro de Stephen Curry (23 puntos, a costa de un 6/20 en tiros de campo) y Klay Thompson (6 puntos, con 1/9). A finales del segundo cuarto, estos problemas tuvieron un precio. Por primera vez en toda la serie, los Jazz conseguían ponerse por delante en el marcador, llegando al descanso con una pequeña pero ilusionante ventaja de 50-49.
Gordon Hayward, discreto durante la primera mitad, explotaba en la segunda para buscar la victoria de Utah. El alero anotó 20 de sus 29 puntos tras el descanso, llevando junto a Gobert a unos Jazz empujados por su afición que llegaron a ponerse con 9 puntos de ventaja. Tras dos partidos a remolque de los Warriors en Oakland, dejar la eliminatoria con algo de incertidumbre era por fin una posibilidad.
Dos MVP imparables
Pero Kevin Durant no quiso emoción. En su versión más agresiva, no solo atacando al aro sino interactuando con aficionados (se llevó una flagrante y una técnica tras un enganchón con Gobert), rivales o hasta mascota de los Jazz, el alero lideró la remontada de los Warriors. Al empeño se sumó Stephen Curry, que reservó sus mejores momentos de brillantez en el último cuarto (11 puntos sin fallo en los 7:32 minutos finales de partido). El arsenal ofensivo de ambos jugadores se bastó para romper el partido con una superioridad insultante, acabando 11 puntos arriba en un partido igualado hasta los instantes finales
Golden State, hoy por hoy, no necesita ni 48 minutos brillantes para ganar por dobles dígitos a la mayoría de equipos del Oeste, incluyendo Utah. Aún sin Steve Kerr, recuperándose de sus problemas de espalda, el equipo californiano está a una sola victoria de su segundo 4-0 consecutivo. El cierre de la serie podría llegar este mismo lunes, con el cuarto partido que se disputará de nuevo en Salt Lake City. El margen de error de Utah es ya nulo.