Con 3-0 a favor de Golden State Warriors en las Finales, –un resultado momentáneo que deja a los de Oakland acariciando el anillo–, el debate en los entresijos de la NBA empieza a trasladarse hacia el futuro de los equipos; ese que en cuestión de semanas hablará en términos de elecciones del Draft, traspasos y agentes libres.
Teniendo tal receta en el fuego, hay un jugador en Cleveland Cavaliers que sabe ya lo que le tocará vivir en cuanto acabe la ronda definitiva. Kevin Love está preparado para que los rumores de intercambio lleguen con su nombre como uno de los ingredientes principales.
Porque es el hábitat natural del ala-pívot. Arribado a Ohio en 2014, prácticamente no había puesto los pies en tierra firme cuando empezaron las especulaciones sobre si encajaba en el equipo y si sería conveniente traspasarle. Y no quedó ahí la cosa, sino que es una película que se ha repetido tanto hasta el presente como para que Love se lo tome como algo natural.
«Los rumores sobre un traspaso probablemente aparecerán, siempre pasa así. Es bueno ser querido, pero al mismo tiempo es interesante ver qué sucede, simplemente no lo sabemos. Han pasado tantas cosas en el equipo este año que ya no sabes ni cuando llega julio y la agencia libre. Sé que todos dicen que hay que tomárselo con calma, pero es justo eso lo que tengo que hacer», comentó a los medios tras el tercer partido de las Finales.
Nuevo escenario
Love tiene razón en que ya ha sido muchas veces el protagonista de rumores, pero en esta ocasión hay un factor que antes no existía: la posible salida de LeBron James. Con la incertidumbre sobre el futuro de El Rey, a nadie escapa que todos los esfuerzos económicos que han realizado los Cavs en estos últimos años se deben a darle un equipo con el que poder ganar. Así, si el trono se queda vacío es muy probable que Love, quien debe percibir 49,6 millones de dólares entre las dos próximas campañas, vea su adiós hecho realidad.