Kevin McHale: «Los Bulls se quejaban todo el tiempo»

El por entonces jugador de Boston sale en defensa de los Bad Boys y su comportamiento en las finales de conferencia de 1991

10 episodios parecían bastantes, pero conforme avanza ‘The Last Dance’ –ya están disponibles los capítulos siete y ocho– esa sensación está dando lugar a otra en la que parece que podrían producirse otros 10 episodios y, aun así, nos seguiríamos quedando con ganas de más mientras algunas historias u opiniones se quedan en el tintero.

Algo así ha debido pensar Kevin McHale. Compañero de Larry Bird en los grandes Celtics de los 80, y por tanto rival de Detroit Pistons y Chicago Bulls, el tres veces ganador de la NBA ha querido mostrar su parecer sobre el desencuentro entre los Bad Boys de Detroit y los Bulls de Michael Jordan. En el documental vemos como la rivalidad entre ambos equipos va creciendo hasta que todo explota cuando los Pistons, viéndose derrotados en las finales de la Conferencia Este de 1991, abandonan la cancha unos segundos antes del final sin felicitar o despedirse de sus rivales de Illinois. Según McHale, y tal como señala Isiah Thomas en el documental, era una práctica habitual por entonces.

«Te diré esto: de todas las series que jugué durante los años 80, después de un partido que cerraba la serie, a menos que estuvieras cerca de alguien con quien tienes relación, casi nunca decías nada. Podrías felicitarlos si los vieras más tarde, pero no ocurrió demasiadas veces. Me refiero a conversaciones o felicitaciones. Simplemente te ibas al vestuario. En el noventa por ciento de las series que ganamos, no hablé con nadie. No se acercaron a mí y tampoco pensaba que debieran hacerlo», explica a Steve Bulpett de Boston Herald.

Centrándose en la mencionada eliminatoria entre Pistons y Bulls, McHale cree que los de Chicago no habían respetado lo hecho hasta entonces por la organización del estado de Michigan. «Para empezar, se puede ver que a los Pistons no les gustaban los Bulls. Los Bulls se quejaban todo el tiempo. Esa es una de las cosas que se dejan ver en el documental; algo así como: ‘Esto no es baloncesto, es gamberrismo’. Pensé que en realidad los Bulls no respetaron lo que los Pistons hacían. Pero bueno, cuando matas al rey, puedes hablar», concluye.

Más allá de las palabras de McHale, las cuales van sin duda encaminadas a dar cierto respaldo a los Pistons de aquellos años, lo que ha quedado claro en ‘The Last Dance’ es que las heridas siguen abiertas. Isiah Thomas llega a expresar cierto arrepentimiento por lo ocurrido en 1991; sin embargo, esa reacción no significa nada para Jordan, quien sigue teniendo claro que aunque hayan pasada casi tres décadas, son sus rivales y siempre lo serán.

(Fotografía de Doug Pensinger/Getty Images)


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