La comparación está ahí. Y lo estará por muchos años. A lo largo de la historia de la NBA han existido unas cuantas dinastías, como la de los Celtics de Bill Russell a mediados del siglo pasado o la de los Bulls de Michael Jordan, por citar dos grandes ejemplos.
Los Warriors de Stephen Curry, Kevin Durant y compañía pueden estar en la senda de construir un gran relato, de forjar una dinastía. De momento, han hecho camino, con dos anillos en tres temporadas. Sin embargo, para trascender de verdad, en el sentido de que nadie te olvide jamás, puede ser necesario un paso más, algunos campeonatos añadidos en las vitrinas.
“Aspiramos a ser esa dinastía que estará en la mente de los fans para siempre”, ha asegurado Klay Thompson para ESPN. El alero de los Warriors tiene claro que en Golden State no sólo se conforman con triunfar, sino que ese triunfo, repetido en el tiempo, ha de ser de un magnitud lo suficientemente grande como para que durante décadas todo el mundo sepa qué y quiénes eran estos Warriors.
Thompson realizaba estas declaraciones al ser preguntado sobre si estos Warriors eran lo más cercano a aquellos Bulls de Michael Jordan. “Creo que está cerca, aunque queda camino por recorrer. Cada vez que los Bulls llegaban a la ciudad, ese era el partido del año. Ahora es cuando los Warriors vienen a la ciudad, ese es el encuentro que nadie puede perderse. Rara vez jugamos delante de una multitud sin que las entradas estén agotadas. Eso es muy especial”, apuntó uno de los dos miembros de los Splash Brothers.
“Creo que está cerca. Sigo pensando que no estamos en su nivel todavía, pero eso es lo que aspiramos”, puntualizó Thompson sobre esa particular persecución que han iniciado para alcanzar y superar el legado de los Bulls.