Imparable. Ni la ventaja de 17 puntos que llegaron a tener los Nuggets fue suficiente para detener un vendaval llamado Brandon Knight.
El base de los Suns guió a los suyos con una tremenda actuación de 38 puntos y les «regaló» la victoria por 107-114 ante unos Nuggets que ya no sabía cómo detenerle.
Ni siquiera un esguince de tobillo en la primera mitad fue barrera suficiente. Knight olvidó el contratiempo y siguió anotando como si no hubiera un mañana. Es más, en esa segunda mitad en la que se supone que estaba lastrado físicamente anotó la friolera de 24 puntos. También sumaría 11 rebotes y 6 asistencias.
«Tuve molestias, pero estábamos perdiendo y quería luchar. Nunca sabes cómo esas lesiones pueden hacerte sentir. Afortunadamente tuve la oportunidad de seguir jugando», explicó Knight, el auténtico protagonista de la noche en Denver.