La despedida más grande de un jugador NBA en cualquier época. Los 60 puntos de Kobe Bryant el día de su adiós al profesionalismo todavía izan el vello de todos nosotros. Una actuación para la historia que el propio protagonista —bromeando en cierta manera— ve un poco insuficiente.
Kobe se encuentra promocionando estos días un cortometraje —Dear Basketball— sobre su vida y con su sello productor. El producto audiovisual muestra pequeñas píldoras y anécdotas sobre su romance con el baloncesto, desde que fue un niño. Y entre promoción y promoción, como siempre que Kobe está dentro de cualquier bolo, dejó titulares sinceros e interesantes en el show televisivo Good Morning America, de la cadena ABC.
Para empezar, Kobe defendió que hubiera acabado con 90 puntos el día de su adiós «si hubiera anotado los tiros fáciles». Recordemos que para erigir aquellos mágicos 60 puntos, Bryant firmó una tarjeta de 22 de 50 lanzamientos. Puede tener razón en lo de llegar a 90 tantos si hubiera anotado los tiros más sencillos, sobre todo en la primera parte.
Parte de sí mismo
Más allá de esa medio broma —Kobe estaba casi bromeando sobre aquello—, el legendario jugador de Los Angeles Lakers aseguró no echar de menos el día a día que era jugar en la NBA.
«No, qué va. Es de locos. Empecé a jugar cuando tenía dos años. Después de 20 años en la liga, lo que me queda es todo lo que he aprendido jugando, todo eso lo llevo conmigo a día de hoy. El juego nunca me ha abandonado. Físicamente sí. Pero emocionalmente, y las cosas que escribo, todo eso tiene su origen en el juego. Así que todavía es parte de mi», confesaba el siempre risueño y lúcido Kobe Bryant.
Does @kobebryant miss basketball?
Nope.
The @NBA legend explains why… pic.twitter.com/o4eiec83r3
— Good Morning America (@GMA) 24 de abril de 2017
Final de una carrera
Otro de los mensajes de Kobe para la moviola fue sobre el final de sus días profesionales. Defendió que es importante para los deportistas como él entender que habrá un final en la cancha y saber cuándo se producirá. No resistirse. «Los deportistas tenemos que entender que esto tiene un final. Y está bien. Es muy difícil poner fin a algo que has hecho durante la mitad de toda tu vida. Es parte de lo que eres. pero la diferencia está en que el juego es lo haces, no es que tenga que ser todo lo que eres», añadió Kobe.
Defender a Iverson
Otra gran anécdota llegó cuando Bryant explicó cómo se planteó defender al mejor Allen Iverson que vio la NBA. «Las focas son demasiado rápidas para los tiburones blancos. Así que los tiburones se mantienen a la expectativa y se toman su tiempo para cazarlas. Así es como yo defendía a Iverson», reconocía, tantos años después, el exjugador de los Lakers, que además aseguró encontrar en Michael Jackson o la Quinta Sinfonía de Beethoven enormes fuentes de inspiración.
Eterno, singular, polifacético, de sonrisa infinita, legendario e irrepetible. El mundo NBA no ha salido del shock y todavía no imagina una liga sin Kobe Bryant.