Apenas ha disputado un par de partidos en la pretemporada, pero ya son varios los compañeros que le han hecho la ola ante los micrófonos de prensa.
«Es Lamar Odom metido en el cuerpo de Zach Randolph», dijeron de Julius Randle recientemente y se hizo eco el periodista Mark Medina, de L.A. Times.
Nada menos que las cuerdas vocales de Kobe Bryant expulsaron semejante mensaje al joven jugador de Los Angeles Lakers. Y no es que el veterano escolta púrpura y oro sea un jugador fácil de engatusar.
Los regalos verbales de Kobe se unen a los que ya dedicó Roy Hibbert: «Es una animal. Las cosas que hace con su altura, botando la pelota, haciendo mates… el cielo es su límite. No he visto nada como él», dijo el pívot ex de los Pacers.
El comentario de Kobe iba encaminado a ensalzar que la bien armada figura, pelea y tesón de Randle no están reñidos con buenos modos de juego.
¿Estrella?
Por lo pronto, desde que comenzó la pretemporada –y anoche en el segundo encuentro de preparación disputado contra los Jazz– Randle va dejando caer que su candidatura a estrella de la NBA podría no ser descabellada.
16 puntos (7 de 12 en tiros), 5 rebotes, 4 asistencias y 3 robos marcó su tarjeta después de una ajustada derrota en la prórroga (117-114) ante el conjunto de Utah.
Más luego todo lo que sus compañeros han visto entre bastidores y que les ha hecho elevar la voz a las primeras de cambio.
Desde luego, mimbres existen para que Randle pueda liderar –junto a nombres como D’Angelo Russell– una nueva edad en los Lakers.
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