Pese a que queda aún mucha temporada regular por delante, había mucho en juego para los Wizards en su partido ante los Bulls de esta madrugada. El resultado del mismo podía marcar para los capitalinos la diferencia entre aferrarse a la lucha por el play-in o empezar a descolgarse de forma no definitiva pero sí considerable de la misma, y los de Wes Unseld Jr. eligieron seguir peleando. Washington se llevó un duelo muy parejo por 100-97 gracias a un triple final de Kyle Kuzma, que se erigió como héroe local culminando la acción decisiva.
Quedaban 22 segundos cuando el ala-pívot recibió el balón con el partido empatado, pero este optó por esperar y dejar correr el tiempo para hacer su golpe lo más letal posible. Cuando la posesión empezaba a agotarse, pidió a Taj Gibson que le colocara un bloqueo directo para despegarse ligeramente la defensa de Caruso, y una vez que pasó la pantalla de su compañero aprovechó la distancia generada y el espacio concedido por la ayuda de Vucevic para ejecutar el tiro. Pese a que había fallado los tres triples intentados hasta entonces, Kuzma no falló en esta ocasión, dando a los suyos una ventaja a falta de 5,7 segundos que acabó siendo definitiva.
«Quería darme la opción de ejecutar la mejor jugada posible» aseguró. «En cuanto cogí el balón miré hacia la izquierda, porque muchos equipos están intentando forzarme a ir a la izquierda últimamente. Además, sabía que tenía encima a Caruso, que es uno de los mejores defensores de la liga, pero tuve la oportunidad de elegir hacia qué lado quería ir. Ahí pude lanzar y por suerte fue dentro».
Kyle se fue con esta acción hasta los 21 puntos, terminando como líder de unos Wizards que no pudieron contar con Porzingis, quien se unió a Bradley Beal en la lista de bajas y obligó a varios de sus compañeros a dar un paso al frente. En la anotación, Anthony Gill y Monte Morris asumieron este rol con 18 y 17 tantos respectivamente, mientras que Deni Avdija fue el encargado de hacerse grande en la pintura y estableció su nuevo récord personal al capturar 20 rebotes.
Pese a todo, Chicago contó con una última opción de enviar el partido a la prórroga, acción en la que confiaron el balón a un Zach LaVine que estaba teniendo una noche muy inspirada. Con DeMar DeRozan ausente debido a sus problemas en el cuádriceps, el escolta tiró de los Bulls con 38 puntos, por lo que los de Donovan no dudaron en poner el balón en sus manos para que buscase el triple del empate. De hecho, este ya había convertido el lanzamiento de tres que había puesto el 97-97 apenas unos segundos antes, por lo que decidieron repetir protagonista.
En esta ocasión, sin embargo, LaVine optó extrañamente por irse hacia la media distancia, buscando un lanzamiento de cinco metros que ni siquiera en el caso de haber entrado habría valido para igualar el choque. El ex de los Timberwolves justificó posteriormente su decisión alegando que sintió que le estaban haciendo falta, lo cual no parece terminar de hacer explicable la acción.
«No la han pitado» comentó tras afirmar que Delon Wright había reconocido la infracción al terminar el choque. «Podría haber tirado el triple lejano nada más recibir, pero preferí acercarme y en cuanto vi que Wright iba a agarrarme intenté lanzar».
(Fotografía de portada: Rob Carr/Getty Images)