Nativo de de Philadelphia, Kyle Lowry nunca había tenido la oportunidad de jugar para el equipo de su ciudad. Hasta ahora. Tras ser traspasado de los Heat a los Hornets y cortado por estos últimos, el base ha tenido la oportunidad de incorporarse a los 76ers en el mercado de buyouts, algo que ha reconocido que no le hacía especial ilusión en otras fases de su carrera pero que sí le atrae mucho ahora mismo.
«No era precisamente un sueño para mí. Nunca quieres jugar en tu ciudad porque hay demasiadas cosas a tu alrededor, y es un sito al que es difícil volver» confesó tras su primer entrenamiento oficial con el equipo. «Pero en este momento, siento que voy a ser capaz de jugar delante de mi familia, de mis amigos y de gente a la que animaba como fan de los 76ers mientras crecía. Ahora sí me siento preparado. Cuando eres joven no estás realmente listo, pero a estas alturas de mi carrera siento que sí lo soy».
Los 76ers no solo se encuentran en la ciudad en la que Lowry se crio, sino que de alguna manera le permitirán también un reencuentro con algunas figuras paternas en lo deportivo. Daryl Morey fue, como general manager de los Rockets, el encargado de propiciar su llegada a Houston, donde comenzó a tener un papel más destacado, mientras que Nick Nurse fue su entrenador en su última etapa en Toronto y ganó con él el anillo de 2019.
«Estoy emocionado por estar aquí. Entiendo cuál es mi rol y cuál es mi trabajo. Mi rol es hacer que Maxey juegue mejor y que este equipo llegue a un punto al que lleva tiempo sin llegar» prosiguió Lowry. «Mi trabajo es hacer todo lo que pueda para que esta organización crezca. No importa mi rol ni importan mis minutos. Tengo que ser profesional, ayudar a Tyrese a crecer, ayudar al equipo a mejorar y ayudar también a los entrenadores».
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)