Kyrie Irving, preparado para controlarse ante Boston

Kyrie Irving y Boston Celtics tienen un pasado. Fue exactamente en 2017 cuando el base pidió el traspaso a Cleveland Cavaliers para que los verdes se lanzasen a por él. Entonces se vio tal movimiento como el inicio de una dinastía, ya que el espectacular base se unía a dos enormes talentos como son Jaylen Brown y Jayson Tatum –seleccionado ese mismo verano–, a la vez que se hacían en la agencia libre con un Gordon Hayward en plenitud y con Al Horford; y sí, también estaba por allí Marcus Smart. Sonaba genial, pero no funcionó.

Tras dos años en el equipo sin alcanzar las Finales de la NBA –en el primero Irving se perdió los playoffs–, el base All-Star optaba por firmar en la agencia libre de 2019 con Brooklyn Nets junto a Kevin Durant. Desde ese momento sus visitas al Garden se convirtieron en algo especial, sobre todo en playoffs. Viéndose las caras tanto en 2021 como en 2022, el cruce con los aficionados de Boston fue constante. Un fan le lanzó una botella en 2021 y en 2022 Kyrie fue sancionado con 50.000 dólares por mostrar el dedo corazón a la grada.

Fueron momentos complicados para Irving. Quizás por cierta inestabilidad del momento no supo canalizar la situación. Ahora, a días de comenzar las Finales contra ellos defendiendo los colores de Dallas Mavericks, asegura estar mucho más preparado para mantenerlo todo bajo control.

«Creo que ahora estoy capacitado para frenar las emociones o ser consciente de cómo será. Lo llamamos animosidad, lo llamamos odio, lo llamamos ‘va a ser un infierno en Boston’. Quiero decir, hay circunstancias reales y vivas en el mundo que son más grandes que el baloncesto. Hablamos del lado competitivo de las cosas», comenta en declaraciones recogidas por ESPN antes de reconocer que la versión que se vio en aquellos playoffs con Brooklyn estuvo lejos de ser la mejor posible.

«Mi última vez en Boston sin duda no fue la mejor posible, y no hablo de esta temporada regular, sino de cuando jugamos playoffs y todos vieron como fallar y perder en parte la cabeza. No fue una gran versión de quién soy y de cómo me gusta competir a un alto nivel. No fui capaz de mostrar a la siguiente generación cómo se debe controlar las emociones en ese tipo de ambiente sin importar lo que la gente te grite».

Deseando que llegue el momento

Por último, Irving no duda a la hora de señalas que está deseoso de que comiencen las Finales para demostrar que está capacitado para dar lo mejor de sí en situaciones como la que va a enfrentar.

«Estoy hecho para estos momentos, para ser capaz de manejar circunstancias como esa. Además, he crecido desde entonces. Así que, por supuesto, será un ambiente agitado, pero lo espero con ansias y lo veo como una relación sana que tengo con los aficionados. Casi pienso en ‘Gladiator’ y en el hecho de poder ganarme a la multitud. Es bueno escuchar al TD Garden en silencio», finaliza.

(Fotografía de David Berding/Getty Images)


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