Con un balance de 1-3 y tras ser señalado como el principal favorito para ganar el anillo, lo más sencillo es buscar fallos en el juego de los Cleveland Cavaliers. Sea más o menos oportunista, lo cierto es que las estadísticas dan pie a ello y de manera rotunda.
El principal foco de la problemática de juego que rodea a los de Ohio se ha situado sobre la circulación de la bola, y por consecuencia, sobre Kyrie Irving. MVP del All-Star y jugador franquicia hasta la llegada de LeBron James, nadie dudaba, ni duda, de su nivel para ser integrante de un equipo campeón; sin embargo, sus números, más exactamente los que atienden a las asistencias, empiezan a preocupar.
Para que nos hagamos una idea, en él último partido, el perdido contra Utah Jazz, Irving lanzó 23 veces a canasta sin dar una sola asistencia, lo que sumado al anterior hacen un total de 36 tiros desde su último pase con final en canasta, según ESPNStats. Pese a que está claro que el base de los Cavs no compartió el balón como debía, no lo es menos que se trata más de un problema de equipo que individual, y es que entre todos los jugadores sólo sumaron seis pases de canasta, por lo que mucho tiene que ver el sistema que plantea David Blatt.
En la presente temporada Irving está promediando 3.8 asistencias por partido, lejos de las 6.1 que dio el anterior curso, o de las 5.9 y 5.4 que dio en las dos anteriores; eso sí, sólo se han jugado cuatro partidos.