La energía de Utah no evita la barrida de los Warriors

No hubo posibilidad a la sorpresa. Pese a la constante competitividad de los Jazz, Golden State consiguió rematar la barrida para meterse en sus terceras Finales del Oeste consecutivas. Las estrellas de la franquicia californiana no fallaron para resolver la serie por la vía rápida, imponiéndose por 121-95. Un principio devastador marcó el tono de un partido donde Utah, al menos dio la cara hasta el final.

Imponentes desde el primer minuto


Las peores noticias para Utah empezaban pronto. Stephen Curry (30 puntos) y Klay Thompson (21), lejos de su mejor nivel en el partido anterior, salían rabiosos. Entre ambos anotaron 19 de los 21 primeros puntos de Golden State, abriendo una ventaja que se iba pronto por encima a los dobles dígitos. Los Warriors cerraban su pintura a cal y canto, dejando los triples de Gordon Hayward como el principal sustento de los Jazz. Pero los 22 puntos de desventaja al final del primer cuarto, 39-17, eran ya un terrible presagio para la supervivencia de su equipo.

La baja del lesionado George Hill por tercer partido consecutivo afectaba al equilibrio de los Jazz a ambos lados de la cancha, tanto en la creación como en la obstrucción del juego de los Warriors. Pero uno de sus reservas, Dante Exum (15 puntos), daba una chispa extra en el segundo cuarto, despertando a la afición local y arrimando a su equipo por debajo de los 10 puntos. De su mano nació el arranque de orgullo de los Jazz que mantuvo el partido competitivo.

El orgullo de Utah

Su entrenador Quin Snyder, no siempre receptivo a dar minutos al base australiano, tuvo que rendirse a su efecto. Con Exum en cancha, los Warriors no podían dar la escapada definitiva, pese a un Kevin Durant (18 puntos) siempre apareciendo en el momento oportuno. La frustración se notó en algún momento en los jugadores de Golden State, deseosos de un partido fácil para preparar con calma las Finales del Oeste. Los Jazz, al menos, iban a exigir sudor para poder eliminarles.

Pero los Warriors mantuvieron la calma. Draymond Green, espléndido en todas las facetas del juego (tercer triple-doble de su carrera en playoffs con 17 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes), mantenía la intensidad de su equipo. En el lado opuesto, Utah se quedaba sin Rodney Hood, uno de sus mejores anotadores, por un esguince en la rodilla derecha y Dante Exum perdía la efervescencia. De nuevo, todo quedaba en las manos de sus mejores jugadores, Gordon Hayward (25 puntos) y Rudy Gobert (12 puntos y 13 rebotes),  pero no era suficiente.

Barrida inevitable

El acorazado de los Warriors nunca zozobró de forma peligrosa. Sin perder la ventaja en ningún momento (por tercera vez en los cuatro partidos de la serie), el equipo californiano siempre encontró armas, incluyendo a un JaVale McGee (12 puntos en 11 minutos) letal en la zona restringida. Finalmente, los Jazz tuvieron que rendirse a la evidencia, llevándose una derrota por 26 puntos que reflejaba la diferencia de nivel entre ambas franquicias.

Al igual que su némesis reciente, Cleveland, los Warriors tendrán varios días de descanso hasta las Finales de Conferencia. Con la eliminatoria entre San Antonio y Houston igualada a dos partidos, el equipo californiano podrá preparar con calma los próximos compromisos. Para Utah, empieza la preparación para un verano importante en la franquicia. renovar a Gordon Hayward, agente libre y aclamado por su afición incluso en la derrota, mantendría un bloque en constante crecimiento y quizás a un par de adquisiciones acertadas de pelear más de tú a tú ante los indomables Warriors.


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