El jugador que se ha mostrado más fiable desde la línea de tres en las últimas semanas nunca ha sido considerado como un especialista. De hecho, nunca había promediado más de un intento desde fuera del arco hasta esta temporada. Pero, de forma relativamente sorprendente para los aficionados a la NBA (no tanto para el que le siguiera en liga española o en competiciones internacionales), Pau Gasol se ha convertido en uno de los mejores lanzadores exteriores de la liga.
Números de élite
Desde el All-Star, el pívot de los Spurs promedia un espectacular 59,4% en triples, el máximo de cualquier jugador con al menos 30 intentos. Esto incluye cinco partidos con al menos dos intentos en triple sin fallo, incluyendo el de este domingo ante Sacramento resuelto con un 118-102 para San Antonio. En lo que llevamos de temporada regular, Pau Gasol tiene un acierto del 52%, también el máximo de cualquier jugador que haya intentado al menos 75 tiros.
Son números que no le permiten ser el líder oficial de la liga en esta categoría (no alcanza el mínimo de lanzamientos para ser elegible), pero sí añaden una dimensión extra en su juego. El propio Gasol fue muy claro sobre su principal motivo para salir más del arco. «Sencillamente estoy intentando sobrevivir en esta liga que está evolucionando constantemente», explicó el pívot tras la victoria ante Sacramento. «Juego más (de pívot) ahora, así que tengo más oportunidad de quedar libre. Solo intento beneficiarme de lo que hay ahí».
Recordando su juventud
Al contrario que en sus otros equipos en la NBA, Pau Gasol ha jugado fundamentalmente de cinco esta temporada. Quedando emparejado con jugadores no tan ágiles como durante gran parte de su carrera, y habiendo perdido un punto de físico para pegarse en la pintura, Gasol ha explotado un arma poco habitual en su carrera NBA (nunca pasó de 30 intentos hasta su última temporada en Chicago), pero no tanto en baloncesto FIBA.
En su explosión en la liga española, a principios de siglo, el entonces jugador del FC Barcelona llegó a recibir comparaciones con Toni Kukoc por su capacidad de hacer daño desde la línea de triple pese a ser un «siete pies» (2’13 metros) de altura. De hecho, en sus dos temporadas completas en liga ACB, Gasol promedió un 34,4% en triples. Un promedio nada desdeñable para un jugador todavía adolesecente con altura de pívot.
Evolución a los 36 años
Todo cambió tras llegar a Memphis. Pau Gasol fue pronto reconvertido a un puesto de ala-pívot más tradicional, aunque destacando desde el principio por una visión de juego excepcional para un jugador interior. En ese rol se convirtió en All-Star, dos veces campeón NBA y considerado como uno de los mejores internacionales de la historia. Eso sí, nunca dejaría de entrenar su muñeca en verano, dejando patente su buena puntería en momentos puntuales con la selección española.
Tras un desastroso intento por parte de Mike D’Antoni de reconvertirle a «4 abierto» en los Lakers, Pau Gasol fue sintiéndose más cómodo ampliando su alcance durante sus años en Chicago. Pero ha sido en San Antonio donde ha completado su evolución. Ahora convertido en sexto hombre, con un pívot puro y eminentemente defensor como Dewayne Dedmon saliendo de inicio, Pau Gasol no solo sigue siendo un fenomenal distribuidor desde el poste alto, sino que también un inteligente triplista que raramente malgasta sus lanzamientos.
El secreto de la persistencia
Llegar a San Antonio fue una decisión con muchas razones para Pau Gasol. No solo aspirar al que sería su tercer anillo con un favorito permanente al campeonato, sino también alargar la carrera a las órdenes de uno de los entrenadores más inteligentes a la hora de dirigir a veteranos. Promediando solo 25,7 minutos por partido (nunca había bajado de 31), y jugando más alejado de los rigores de la pintura, Gasol está consiguiendo su objetivo: «sobrevivir» quizás durante unos años más a la competición más dura del baloncesto mundial.