La lesión de tobillo de Joakim Noah pone aún más en peligro el futuro de los Bulls

La noche del viernes volvió a ser negra para los Bulls. Los 76ers volvieron a aprovechar la ausencia de Derrick Rose, lesionado hasta la próxima temporada, y se apoyaron en un gran último cuarto y en la falta de rumbo de Chicago sin su estrella para adelantarse en la eliminatoria. La victoria de Philadelphia por 79-74, gracias a un parcial de 23-5 en los últimos 10 minutos de partido, pone al mejor equipo del Este con un 2-1 adverso en la serie de primera ronda.

Pero la derrota puede no haber sido la peor noticia para Chicago. Joakim Noah, su jugador más fiable en lo que llevamos de Playoffs en ausencia de Rose, sufrió una grave torcedura de tobillo durante el tercer cuarto que puede tener serias consecuencias. El pivot francés, que promedia 15.0 puntos y 9.3 rebotes en estos Playoffs, volvió brevemente durante el último cuarto, pero sin poder tener continuidad ante su visible cojera. Su ausencia acabó siendo determinante para el desplome de los Bulls en los minutos finales.

Noah necesitó muletas para abandonar el Wells Fargo Center de Philadelphia, y su disponibilidad para el Game 4, el próximo domingo, es más que dudosa. Los servicios médicos de los Bulls sometieron al pivot a una radiografía que no descartó al 100% la posibilidad de una fractura, según el diario local Daily Herald, por lo que Noah se someterá este sábado a una resonancia magnética que determinará el diagnóstico exacto y su tiempo de recuperación. Una lesión de gravedad no sólo le dejaría fuera de los Playoffs, sino que podría comprometer su presencia con la selección francesa en los próximos Juegos Olímpicos de Londres.

Los Bulls, cuya imagen en los dos últimos partidos ha estado muy lejos de la solidez demostrada en temporada regular, están en riesgo de convertirse en el primer equipo de la Conferencia Este desde los Heat de 1999 (el año del primer lockout) en quedar eliminado en 1ª ronda de Playoffs pese a partir como cabeza de serie número 1. Sus verdugos, los Knicks, acabaron alcanzando las Finales de la NBA, cediendo sólo ante los Spurs. Philadelphia espera repetir la historia 13 años después… en otra temporada marcada por el cierre patronal.