A grandes males… soluciones de lo más pintoresco. Bien podría dar una conferencia al respecto Stephen Curry, base de los Warriors.
Al parecer, según hizo público Ann Killion en el San Francisco Gate, el jugador de Golden State acordó temporadas atrás una peculiar apuesta con su madre. Ante el peligro de que las pérdidas de balón no dejasen crecer todo lo que el base tenía dentro, ambos acordaron que Stephen pagaría 100 dólares por cada encuentro en el que las pelotas perdidas de su hijo superasen el número tres. Los valores por debajo de tres restarían del total adeudado.
Sonya Curry, la madre de Stephen, consensuó con Dell, padre y exjugador NBA, la cifra de despistes que sería objeto de multa. De lo cual salió un valor más que razonable.
Gran mejora
Así, este curso, el base de los Warriors ha conseguido reducir las posesiones perdidas de 3,8 el año pasado a 3,2. Precisamente el pasado curso Curry llegó a 294 pérdidas, récord en su carrera por el que la factura con su madre fue de 6.000 dólares solo en regular season; 500 más tras los Playoffs.
En la presente edición va por 129 erratas con la mitad del curso consumido –39 partidos– y la cuenta familiar a deber es de 600 dólares –12 noches con tres o más patinazos con la posesión–. Para llegar a esa cifra hay que contar que cuando no llega a tres pérdidas, la cuenta total acumulada baja.
Vista su temporada, bien puede Stephen agradecer los castigos económicos de su madre.