La NBA ha concluido su investigación sobre las declaraciones realizadas por James Harden en las últimas fechas, en las cuales señalaba a Daryl Morey como mentiroso y anunciaba que no realizaría los servicios solicitados en su contrato de jugador a menos que fuera traspasado a otro equipo, para llegar a la conclusión de que debe multar al MVP de 2018 con 100.000 dólares.
No se trata de una sorpresa. La Liga suele mostrarse muy dura con las salidas de tono y en este caso entiende que La Barba se ha saltado las reglas de la liga relativas a las demandas comerciales públicas, por lo que la sanción era casi un hecho a la espera de conocer la cantidad. De cara a concretar esta, también ha influido que Harden dijese que nunca formaría parte de una organización que incluyera a Morey.
Dentro de la investigación, la NBA entrevistó al jugador para concluir que los comentarios de este surgieron de la creencia de Harden de que el equipo no aceptaría su solicitud de intercambio; es más, el motivo de llamar mentiroso al ejecutivo de los 76ers tendría su base en que este le habría prometido un traspaso rápido tras ejercer su opción de jugador para la campaña 2023-24 por valor de 35,4 millones de dólares.
Llegados a este punto, y tras la intervención de la NBA, parece que el All-Star está dispuesto a presentarse al training del equipo, algo que estos esperan que haga tras no ser capaces de alcanzar un acuerdo con Los Angeles Clippers para cerrar su traspaso.
Aunque desde un primer momento se entendió que la petición de traspaso de Harden llegaba porque Philadelphia le había prometido un contrato a largo plazo que no había llegado, el propio jugador no ha expresado (ni deslizado) en momento alguno que sea así. En cualquier caso, tiene decidido que quiere salir de la organización de Pensilvania, por lo que espera que un traspaso llegue más pronto que tarde.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)