Pese a que James Harden se ha reincorporado esta semana a los entrenamientos de Philadelphia, la franquicia decidió que no viajase con el equipo a Milwaukee para disputar el primer partido de temporada regular, lo cual podría suponerles problemas. La NBA había advertido que se pondría más estricta en lo relativo a los descansos de las estrellas en partidos emitidos a nivel nacional en Estados Unidos, y ha anunciado ahora que investigará la ausencia del escolta para ver si responde a motivos justificados.
«Estamos analizando los datos relativos a la disponibilidad de James Harden para esta noche para comprobar si existen las razones adecuadas para su ausencia» comentó Michael Bass, portavoz de la NBA, a ESPN.
Al parecer, la justificación de los 76ers se basa en que consideran que, tras 10 días de parón, Harden tenía más posibilidades de recuperar su estado de forma quedándose en las instalaciones del equipo y ejercitándose allí. De hecho, todo apunta a James quería viajar con el equipo a los encuentros de Milwaukee y Toronto pero los de Pensilvania consideraron que no estaba físicamente preparado para jugar, una razón que habrá que ver si la NBA considera válida.
Y es que, según las nuevas normas de la liga, solo una lesión, causas personales o «circunstancias excepcionales» justifican una ausencia como esta. Philadelphia podría enfrentarse a una multa de 100.000 dólares por esta primera infracción, una cifra que iría aumentando si la situación se repite.
Esto puede generar una complicación a la franquicia, pues Harden ha hecho explícito su deseo de marcharse y todo apunta a que lo hará en algún momento de la temporada, pero por ahora no parece haber el suficiente interés como para asumir que ocurrirá pronto. Mientras, ni él puede declararse totalmente en rebeldía dado que está en último año de contrato, ni los 76ers pueden apartarlo sin motivo justificado.
(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)