Es imposible llevar la cuenta de los años desde que el calendario se empezó a percibir como un problema. Lustros ya rumoreando esa bajada de partidos que, lejos de hacerse realidad, se incrementan con inventos como el play-in o la Copa NBA. Cada curso, cuando salta la epidemia de lesiones que siempre llega, los artículos críticos con la opulencia de partidos, viajes y back-to-backs se agolpan en los principales medios estadounidenses.
Uno de los últimos en hacerlo ha sido John Hollinger en The Athletic, crítico con cómo la Copa afecta al ya poblado calendario. Hollinger relaciona la plaga de lesiones actual (Giannis, Trae Young, Kristaps Porzingis, Gordon, Braun, Cam Thomas, Stephen Curry, Victor Wembanyama…) con el frenetismo de este inicio de campaña. Del que ya se quejó Steve Kerr hace poco.
Ante esa afirmación, la NBA ha publicado un comunicado desmintiéndolas de forma tajante.
El comunicado de la NBA
La premisa que comparte John Hollinger sobre que la Copa NBA provoca un calendario más denso simplemente no se ampara en los datos.
Hollinger se pregunta si la liga «ha llevado demasiado lejos la carga de viajes a inicios de temporada» y dice que los equipos están teniendo un calendario más cargado de lo normal. La verdad es que en la NBA se han disputado casi los mismos partidos durante los primeros 42 días de curso (308) que la pasada campaña (307).
Además, los números son consistentes conm los años previos a la introducción de la copa (308 partidos en 2022 y 313 en 2021). La Copa no ha densificado el calendario del inicio de temporada.
También apunta a que se está localizando una subida en las lesiones leves en estos dos primeros meses y que cada vez cuidamos peor a las estrellas de las lesiones. Durante las seis primeras semanas de competición, el número de partidos perdidos por estrellas (All-Star o All-NBA en alguno de los últimos tres años) es el más bajo en las pasadas seis temporadas. Bajando más de un 25% desde el año pasado.
Mientras varios jugadores estrella están perdiendo partidos este curso por lesiones del año pasado, sugerir que cualquier incremento de partidos perdidos está relacionado con el calendario de las primeras seis semanas es mentir.
(Fotografía de portada de David Gonzales-Imagn Images)
