Dentro de la NBA, la presencia de afroamericanos y otras razas en puestos de responsabilidad viene siendo un tema candente en tiempos recientes. Debido a la etapa de Donald Trump como presidente y los cacareados casos de brutalidad policial contra la población negra, los jugadores racializados —el 80% de la liga— se hayan sentido más amenazados que nunca por la mayoría blanca que puebla los despachos y cuerpos técnicos. Preocupación que durante este verano ha tenido un punto de inflexión.
Antes del comienzo de cada temporada el Instituto por la Diversidad y la Ética —TIDES por sus siglas en inglés— deportiva realiza un estudio para evaluar las contrataciones de cada periodo de agencia libre. Con especial atención en los trabajos de gestión. Este año, las notas obtenidas son una A (sobresaliente) para la diversidad racial y una B (bien) para la de género. Estas suponen un bajón con respecto a las A+ y A- alcanzadas el año pasado. Lo cual se debe a la dificultad de mejorar un curso tan bueno como el anterior, en el cual se pasó de 7 general manager negros a 12. A pesar de ello, la NBA sigue siendo considerada «la liga masculina modelo en representación racial y de género, así como de iniciativas sociales» según el autor del estudio Richard Lapchick.
Si antes de la 2020-21 el salto se dio en las gerencias y los puestos de asistente de banquillo —superando el 50% por primera vez—, este año es la figura del entrenador jefe la más beneficiada. Antes de finalizar la pasada temporada, solo 7 entrenadores eran de raza negra, cifra que ha aumentado a 15 durante la offseason. El récord lo marcan los 16 de la temporada 2011-12.
Williams-Jones hito histórico en Phoenix
El TIDES evalúa como positivo el rendimiento deportivo de los Suns, comandado por el tándem que forman Monty Williams y James Jones. Ellos son el segundo binomio afroamericano en llegar a las finales de la NBA. Además, Lapchick celebra que cinco de los siete nuevos entrenadores afroamericanos proceden de puestos como asistente, lo que aporta sensación de ascenso.
En cuanto a la diversidad de género, los datos quizás son los más desalentadores, ya que no se ha terminado materializando la llegada de la primera mujer como entrenadora jefe NBA. A esto se le suma el estancado 27,8% que ocupan en vice presidencias y el 26,4% en puestos de responsabilidad financiera. Los cuales palidecen ante el 42% de mujeres que ocupan las oficinas de las franquicias de la liga.
(Fotografía de portada de Vaughn Ridley/Getty Images)