La nueva generación argentina entra en la NBA

A principios de siglo, la puerta de la NBA quedó abierta de par en par para una de las mejores camadas internacionales de la historia del baloncesto. La mágica Generación Dorada argentina que logró el oro en Atenas 2004 dejó una amplia representación en la mejor liga del mundo, ya fuera antes de su éxito olímpico (los pioneros Pepe Sánchez y Ruben Wolkowyski) o bastantes años después (Pablo Prigioni), pasando por las más largas carreras en la liga de Manu Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni o Fabricio Oberto.

Argentina, Texas

Pero el grifo se secó en los últimos años. Carlos Delfino, nacido en 1982, no solo fue el más joven de los campeones en Atenas 2004, sino también de todos los argentinos que han jugado en la NBA hasta esta temporada. Esta brecha generacional parece haberse detenido. Dos jugadores del país sudamericano nacidos en la década de los 90 abrirán la temporada regular en una franquicia NBA y tendrán la oportunidad de hacer su debut oficial. Spurs y Mavericks confirmaron que el Nico Laprovíttola y Nico Brussino, respectivamente, entraron en la lista final de 15 jugadores.

La alegría no fue completa para el baloncesto argentino (los Spurs cortaron a otro aspirante como Patricio Garino), pero marca una nueva era. Los últimos Juegos de Río de Janeiro fueron una buena muestra del nivel de la generación que sucede a los Ginóbili, Scola y Nocioni. Incluso otro jugador que no ha probado todavía fortuna en la NBA como el base Facundo Campazzo (actualmente en la liga española) tuvo momentos de gran brillantez enfrentándose directamente al poderoso Team USA y a otras selecciones de élite.

El futuro

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Aun así, el grado de éxito al que llegaron los miembros de la Generación Dorada, muy especialmente Manu Ginóbili, parece lejano para los recién llegados. Tanto Laprovíttola como Brussino entran en un principio en un rol muy secundario, y sus opciones de hacer alguna excursión a los afiliados de Spurs y Mavs en la D-League en algún momento para tener minutos son altas. Pero el primer y más importante paso esta dado para ambos.

Además, Argentina puede tener más representantes en el futuro. Patricio Garino, tras una brillante etapa universitaria en George Washington, tiene suficiente defensa y tiro para poder aspirar a otra oportunidad. Facu Campazzo sedujo al mundo NBA en los pasados Juegos Olímpicos y lleva dos temporadas espléndidas en Murcia. Además, el joven Juan Pablo Vaulet fue elegido en el draft de 2015 en los Nets, aunque problemas físicos han limitado su desarrollo. Y no son los únicos. Otros jovenes como Gabriel Deck (olímpico en Río 2016), Máximo Fjellerup, Luca Vildoza o José Vildoza, todos actualmente jugando en su liga nacional, pueden tener opciones en el futuro. Argentina vuelve a tener sangre nueva para la mejor liga del mundo.