Si las Finales no habían dejado suficiente número de imágenes para el recuerdo, el Game 6, que coronó a los Raptors como campeones de la NBA, se encargó de añadir una más en la figura de Klay Thompson. A falta de poco menos de 2 minutos y medio para que acabara el tercer cuarto y con los Warriors 83-80, Thompson se dispone a entrar a canasta para completar un veloz contraataque. En el camino al aro, Danny Green busca obstaculizar la acción. Le cargan con personal. Al caer, Thompson se lesiona la rodilla izquierda, una jugada fruto del infortunio más severo.
Al momento, parece que la situación es grave, por los gestos de dolor de Thompson, quien se agarra su rodilla izquierda y se retuerce sobre el parqué del Oracle Arena. El resultado inmediato es el jugador aupado por dos compañeros rumbo a los vestuarios. En el túnel, se echa a andar y es entonces cuando le llaman y le dicen que si quiere tirar los lanzamientos libres. Thompson, cojo, se da la vuelta, vuelta a la pista, con la afición entregada y lanza los dos tiros libres para colocar el 85-80 a favor de Golden State. Por momentos parece que va a ser todo más épico y que va a seguir en liza, pero los Warriors paran el juego y el anotador, que lleva 30 puntos, se vuelve a los vestuarios. Ya no va a regresar más.
Klay Thompson, agente libre en verano pero no candidato a firmar un contrato por el ‘supermáximo’ al no haber sido incluido en ningún equipo ideal de la NBA, abandonaba el Oracle Arena en muletas destino del hospital.
El peor de los casos
Pasadas unas horas, se confirmó la peor de las noticias posibles. Según informó el agente del jugador a Adrian Wojnarowski (ESPN) el escolta ha sufrido una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, una de las lesiones más temidas en el deporte profesional. Los Warriors confirmaron poco después el diagnóstico mediante un escueto comunicado oficial.
Aunque aún es pronto para establecer plazos, Klay estará fuera durante muchos meses, y podría llegar a perderse todo el curso 2019/20. Imposible imaginar un final más cruel para la temporada de Golden State.
(Fotografía de portada: Lachlan Cunningham/Getty Images)